La baja penetración bancaria minorista en el Perú ha obligado a sus bancos y entidades microfinancieras a diseñar estrategias innovadoras para expandir su base de clientes. Si bien el PBI per cápita del Perú se incrementó de $3312 en 2006 a $5291 en 2011, muy pocos peruanos encomiendan sus ingresos adicionales al banco.