Durante lo que demostró ser un año difícil para las bolsas de valores en todo el mundo, la Bolsa de Valores de Lima (BVL), en Perú, también se dio a la baja. Sin embargo, mirando más allá de las fluctuaciones a corto plazo en el mercado, existen muchas razones para ser optimista sobre su futuro.
Se espera que, según lo previsto, el sólido crecimiento económico peruano lidere América Latina en los próximos cinco años, mientras que el flujo entrante de inversiones y un nuevo mercado regional integrado, el Mercado Integrado Latinoamericano (MILA), deberían contribuir al crecimiento a largo plazo de la BVL.
El Perú presentó una fuerte recuperación luego de la crisis económica mundial, registrando una expansión económica del 8,8%. Según recientes declaraciones del Primer Ministro Salomón Lerner, el gobierno apunta a continuar con un crecimiento sostenido de por lo menos 6% en los próximos cinco años.
En efecto, después de un año excepcional en 2010, en donde el rendimiento de la BVL superó a todas las bolsas de valores supervisadas por el Índice de Mercados Emergentes del MSCI, la BVL tuvo un comienzo difícil en 2011 en medio de una segunda vuelta electoral presidencial bastante reñida. Luego de la elección del actual presidente Ollanta Humala, el Índice General de la BVL (IGBVL), que hace seguimiento a las 32 acciones comerciales más importantes y más activas en la bolsa, retrocedió un 12,51% el 6 de junio, lo que provocó que la BVL suspendiera sus operaciones por primera vez desde 2008.
Esta caída probó ser un acto reflejo de los inversionistas, ya que el mercado se ha estabilizado desde entonces. Sin embargo, la BVL todavía tiene que terminar de recuperarse ya que también ha sido obstaculizada por los pobres prospectos de crecimiento en los Estados Unidos y las preocupaciones por la deuda de la Zona Euro.
Al 2 de noviembre, el IGBVL ha sufrido una caída de 17% este año, ligeramente mayor que el Índice de Mercados Emergentes del MSCI, que tuvo una caída del 16%. A pesar de este retroceso, la BVL ha probado ser una inversión fuerte a mediano y largo plazo, superando el rendimiento del Índice de Mercados Emergentes del MSCI desde 2007 a 2010, con el IGBVL ganando aproximadamente 84% frente al 22% del índice MSCI.
El desplome sufrido este año puede atribuirse a las caídas en varios sectores, incluyendo una disminución del 15% en el ya bastante cargado sector minero, una caída del 17% en el sector industrial, una reducción del 12% en banca y finanzas, 9% en telecomunicaciones, 7% en sector servicios, y una caída del 4% en el resistente sector de comida y bebidas.
Sin embargo, el momento decisivo para la bolsa se dio en mayo, cuando la BVL se integró con su contraparte chilena y colombiana para crear la bolsa de valores MILA, formando así el mercado más grande de la región en términos de emisores, y el segundo mercado más grande después de Brasil, en términos de capitalización de mercado, con más de $614 mil millones.
Aun cuando el inicio del comercio transfronterizo dentro de MILA fue lento, luego de haber registrado solamente $2 millones desde mayo (bastante lejos de su pronóstico de $300 millones diarios negociados), ya se están llevando a cabo las negociaciones para la expansión de MILA.
En una entrevista para OBG, Francis Stenning, Gerente General de la BVL, comentó sobre algunos de los potenciales planes para MILA. “Nos estamos consolidando, estamos desarrollando nuevos productos y podríamos expandir nuestras fronteras para añadir un cuarto país a la lista”, dijo Stenning. “Mi percepción es que añadir un cuarto país hará que la integración sea más rápida y que tenga un mayor impacto en MILA”.
Aunque nada definitivo ha sido anunciado, los rumores sobre qué país podría unirse a MILA indican que México, Panamá y Brasil serían los principales candidatos.
Stenning comentó que uno de los principales beneficios de un mercado más grande es la diversidad añadida que le da tanto a los inversionistas que están en busca de rendimiento, y a los emisores en busca de financiación. “Una de las principales ventajas de MILA es la mayor diversidad en un solo mercado: minería en Perú, energía en Colombia, y otros servicios y financiación en Chile, por lo que tiene la capacidad de una mayor diversificación”, dijo.
Las actividades de negociación en la BVL parecen haber regresado a su ritmo normal con posibles candidatos para cotizar en bolsa en el sector de energía y minas. Stenning comentó en declaraciones recientes a la prensa: “Hemos sacado una oferta pública inicial cada dos años aproximadamente en la década pasada; sin embargo, un largo proceso de elecciones causó demoras, por lo que esperamos sacar otra al mercado en los próximos meses”.
La oferta más grande es la inevitable emisión de acciones de la compañía pública Petroperú a la que, por decreto gubernamental de 2008, se le ordenó vender por lo menos un 20% de su participación, al igual que a todas las compañías propiedad del estado. En el sector privado, BPZ Resources, compañía estadounidense dedicada a la exploración de petróleo y gas que ya cotizaba en la NYSE, fue formalmente aprobada para cotizar en la BVL el 18 de octubre.
Como la mayor parte de bolsas de valores del mundo, la perspectiva a corto plazo de la BVL podría ser obstaculizada por una serie de factores externos, como la crisis de la deuda europea. Sin embargo, el sólido crecimiento económico del Perú y el desarrollo de MILA apuntan a un futuro positivo.
Peru: Optimism in a bear market
During what has proven to be a difficult year for exchanges across the globe, Peru’s stock market – the Bolsa de Valores de Lima (BVL) – has also been in a bear mood. However, looking past the short-term fluctuations in the market, there are many reasons to be optimistic about its future.
Peru’s forecast strong economic growth is expected to lead Latin America over the next five years, while the continued influx of investment and a newly integrated regional market – the Mercado Integrado Latino Americano (MILA) – should all contribute to the BVL’s long-term growth.
Peru rebounded strongly from the global economic crisis, posting 8.8% economic expansion in 2010, and according to a recent statement from Prime Minister Salomón Lerner, the government aims to continue sustained growth of at least 6% over the next five years.
Indeed, after a banner year in 2010, which saw the BVL outperform all other stock exchanges tracked by the MSCI Emerging Market Index, it suffered a difficult start to 2011 amidst a tightly contested presidential runoff election. Following the election of current President Ollanta Humala, the BVL General Index (IGBVL), which tracks the 32-largest, most actively traded stocks on the bourse, recorded its worst single-day drop on record, slipping 12.51% on June 6 and prompting the BVL to suspend trading for the first time since 2008.
The fall has certainly proved to be a knee-jerk reaction from investors, as the market has since stabilised. The BVL has yet to fully recover, however, as it has also been weighed down by poor growth prospects in the US and concerns over eurozone debt.
As of November 2, the IGBVL was down by 17% this year, only slightly more than the MSCI Emerging Markets Index, which was down by 16%. Despite this setback, the BVL has proven to be a strong mid- to long-term investment by outperforming the MSCI Emerging Market Index from 2007 to 2010, with the IGBVL gaining roughly 84% compared to 22% for the MSCI Index.
This year’s plunge can be attributed to dips across several sectors, including a 15% decline in the heavily weighted mining sector; a 17% drop in the industrial sector; a fall of 12% in banking and finance; 9% in telecoms; 7% in the service sector; and a dip of 4% in the resilient food and beverage sector.
The defining moment for the bourse, however, occurred in May when the BVL integrated with its Chilean and Colombian counterparts to create the MILA exchange, forming the region’s largest market in terms of issuers and the second-largest market behind Brazil, in terms of market capitalisation, with over $614bn.
While cross-border trading within MILA is off to a sluggish start after posting just $2m in trades since May – a long way from its forecast $300m in daily trading volumes – preparations are already being made for MILA’s expansion.
In an interview with OBG, Francis Stenning, the CEO of the BVL, described some of the potential plans for MILA. “We are consolidating, we are developing new products and we might expand our borders and add a fourth country to the list,” Stenning said. “My perception is that having a fourth country will make the integration move faster and have a greater impact on MILA.”
While nothing definitive has been announced, rumours about which countries could potentially be set to join MILA indicate that Mexico, Panama and possibly Brazil are the forerunning candidates. One of the primary benefits of a larger market is the added diversity it gives to both investors seeking returns and issuers in search of funding, Stenning pointed out. “One of the main selling points of MILA is that is has more diversity in one single market: there is mining in Peru, energy in Colombia and other services and finance in Chile – so it has the capacity for larger diversification,” he said.
Deal-making activity on the BVL appears to be back on schedule with several potential listings in the energy and mining sectors in the works. In a recent statement to press, Stenning commented, “We’ve had an initial public offer every other year or so in the past decade; however, a very long election process caused delays, so we expect to see some come to market in the next couple of months.”
The largest is the inevitable flotation of shares in government-owned Petroperú, which by government decree in 2008 was ordered to sell at least a 20% stake, along with all other publically held companies. In the private sector, BPZ Resources, a US oil and gas exploration firm already listed on the NYSE, was formally approved for listing on the BVL on October 18.
Like most bourses around the world, the short-term outlook of the BVL could be weighed down by any number of external factors, such as Europe’s debt crisis. Peru’s continued strong economic growth and the further development of the MILA, however, point toward a positive future.