Perú: Ventas al por menor al alza

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El fuerte crecimiento macroeconómico en el Perú ha dado paso a una emergente clase media y ha incentivado el crecimiento del sector minorista del país en la última década. A pesar de un comienzo moderado en 2011, cuando la confianza del consumidor e inversionista disminuyó luego de unas reñidas elecciones presidenciales, se espera que el consumo privado, cuyo promedio de crecimiento entre 2004 y 2010 fue de 5,7%, siga expandiéndose y que crezca un 6% en 2011 y un 5,6% en 2012, según el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP).

El último informe sobre el sector minorista de Business Monitor International prevé que las ventas al por menor crecerían de $38.200 millones en 2011 a $51.400 millones para 2015, un crecimiento del 34,4%. El subsector de alimentos y bebidas ocupa la mayor parte de la canasta del consumidor peruano, representando el 38% de las compras según el Instituto Nacional de Estadísticas e Informática (INEI), el órgano rector de los sistemas estadísticos del país.

Lo sigue transportes y comunicaciones (16%); educación y entretenimiento (15%); renta, combustible y electricidad (9%); muebles y mantenimiento del hogar (6%); ropa (5%); y salud (4%). Los expertos esperan que la industria de la alimentación y bebida siga creciendo, y el informe del BMI prevé un crecimiento de casi 45%, de $16.700 millones en 2011 a $24.200 millones en 2015.

Un aumento en los ingresos incentiva la demanda en el sector. El PBI per cápita del Perú se incrementó de $5291 en 2010, casi un 60% por sobre la cifra de 2006 de $3312. Sin embargo, una gran parte de este crecimiento se ha dado en Lima. La capital del Perú, que alberga al 28% del total de la población, es de lejos el más importante centro de ventas al por menor y representa más del 40% del gasto de consumo, según el INEI.

Esto se debe principalmente al hecho que Lima alberga a una gran parte de la creciente clase media del país, con un 23% de la población de la ciudad (más del doble del promedio nacional de 10%) ganando entre $11,500 y $68,400 al año, según un estudio de mercado en 2010 realizado por la compañía líder de investigación Ipsos Apoyo Opinión y Mercado. Por otro lado, Lima tiene un porcentaje mucho menor de consumidores de bajos ingresos, donde sólo un 14% gana un promedio de $3000 al año, más de 2,5 veces menos que el promedio nacional de 36%.

Muchas empresas minoristas, ahora que están firmemente establecidas en Lima, buscan expandir sus operaciones a otros sitios y recientemente están considerando otras ciudades importantes del Perú, diez de las cuales tienen una población de más de un millón de personas. Ciudades como Cajamarca, Trujillo, Arequipa y Cusco ofrecen mercados regionales grandes, activos y al alza para tiendas de abarrotes y minoristas.

Los empresarios minoristas chilenos le han tomado un gusto particular al mercado de ventas al por menor peruano, habiendo ya varias grandes marcas presentes en el país. Falabella, tiendas por departamentos chilena, ingresó al Perú en 1995 cuando compró la cadena de tiendas local Saga, que hasta ese momento sólo tenía dos tiendas en Lima. A la fecha, Saga Falabella cuenta con 17 tiendas. Ripley, otra tienda por departamentos chilena, también ha entrado en el mercado con 15 tiendas, mientras que Oeschle, la marca peruana más grande, tiene siete tiendas a nivel nacional.

Las marcas chilenas también dominan el mercado del subsector de supermercados. En 2010 el conglomerado Cencosud (la tercera cadena minorista más importante de América Latina) junto con la cadena de supermercados Tottus, perteneciente a Falabella, cubrían el 60% de las ventas total en supermercados en el Perú, según el Informe de Inteligencia Comercial de Cencosud.

El crecimiento de Topitop, empresa familiar de fabricantes y minoristas locales de prendas de vestir, ha sido excepcional, especialmente si se toma en cuenta el flujo entrante de minoristas chilenos. Las ventas de Topitop se han sextuplicado desde 2001, gracias a su audaz estrategia de enfocarse en los segmentos económicos de la sociedad de bajos y medianos ingresos, con telas y diseños de calidad a precios asequibles.

Un incremento en el acceso al crédito de los consumidores ha desempeñado un papel cada vez más importante en la última década, creciendo así el número y uso de tarjetas de crédito en el país. De acuerdo con la Asociación de Bancos del Perú, para septiembre de 2011 se habían registrado 6.77 millones de tarjetas de crédito, lo que representa un aumento del 4% respecto al mismo mes en 2010. Por otra parte, el Banco de Crédito del Perú (BCP), el banco más importante del país, predijo que la penetración de tarjetas de crédito traspasará la barrera de 7 millones para finales de 2011.

“En los créditos de consumo, el año comenzó un poco lento por la incertidumbre”, comentó a la prensa local recientemente César Casabonne, gerente de Tarjetas de Crédito y Créditos Personales del BCP. “La campaña navideña ayudará mucho. Si todo sale bien, el crecimiento de estos créditos llegará a 25%. Si la campaña es regular, la cifra sería de 20%”.

En cuanto a los precios al consumidor, a pesar de los esfuerzos realizados por el BCRP para mantener la tasa de inflación del país entre el 1-3%, el aumento de los costos de los alimentos y prendas de vestir debido a fallas en el suministro, empujó la tasa de inflación de octubre a su nivel máximo en veintinueve meses, llegando a 4,2%. Se espera que la inflación promedio para 2011 sea de 4% y que desacelere a un 2,6% para 2012 y 2,5% para 2013, según proyecciones del BCRP.

Luego de un crecimiento promedio de 6,8% entre 2004 y 2010, se prevé que la economía peruana continúe su fuerte expansión económica de 6,3% en 2011, 5,7% en 2012 y 6,3% en 2013. En este contexto, es casi seguro que el sector minorista del país siga desarrollándose. Al mismo tiempo, los cambios en el sector, como la creciente tendencia de expansión fuera de la ciudad capital, contribuirán aún más al crecimiento global del sector.

 

Peru: Retail on the rise

Strong macroeconomic growth in Peru has led to the emergence of an expanding middle class and fuelled the growth of the country’s retail sector over the past decade. Despite a subdued start to 2011, when consumer and investor confidence lessened during a fiercely contested presidential election, private consumption, which averaged 5.7% growth between 2004 and 2010, is expected to continue its steady expansion and increase 6% in 2011 and 5.6% in 2012, according to the Banco Central de Reservas del Perú (BCRP).

Retail sales are anticipated to increase from $38.2bn in 2011 to $51.4bn by 2015, a rise of 34.4%, the latest report on the sector from Business Monitor International shows. The food and beverages subsector occupies the largest portion of the Peruvian consumer’s basket, accounting for 38% of purchases according to Instituto Nacional de Estadísticas e Informática (INEI), the country’s statistics board.

It is followed by transportation and communication (16%); education, leisure and entertainment (15%); rent, fuel and electricity (9%); furniture and home maintenance (6%); clothing (5%); and health care (4%). Industry experts expect the food and beverage industry to continue to lead growth in the sector, with BMI’s report forecasting growth of almost 45%, from $16.7bn in 2011 to $24.2bn in 2015.

Rising incomes are boosting demand in the sector. Per capita GDP in Peru increased to $5291 in 2010, nearly 60% above its 2006 figure of $3312. A significant portion of that growth has come through Lima, however. Home to 28% of the country’s total population, the capital city is by far Peru’s most important retail hub and accounts for more than 40% of consumer spending, according to INEI.

This is mainly due to the fact that Lima is home to a large portion of the country’s growing middle class, with 23% of the city’s population – more than twice the national average of 10% – earning between $11,500 and $68,400 annually, according to a 2010 market study conducted by leading local research firm Ipsos Apoyo Opinión y Mercado. On the other hand, Lima also has a much smaller percentage of low-income consumers, with just 14% earning an average of $3000 annually – more than two and a half times less than the national average of 36%.

Many retail firms, now that they are firmly established in Lima, are looking to expand elsewhere and have recently been considering Peru’s other major cities, 10 of which have a population of over 1m. Cities such as Cajamarca, Trujillo, Arequipa and Cusco offer retailers and grocers large, active and upwardly mobile regional markets.

Chilean retailers have taken a particular liking to the Peruvian retail market, with several large brands now present in the country. Chilean department store Falabella entered Peru in 1995 when it purchased local department store chain Saga, which had just two stores in Lima at the time; Saga Falabella now has 17 stores. Ripley, another Chilean department store, has also entered the market, boasting 15 stores, while the major Peruvian brand Oeschle has just seven stores nationwide.

In the mass grocery retail subsector Chilean brands also dominate. In 2010 supermarket conglomerate Cencosud – Latin America’s third largest retailer – along with Falabella’s Tottus chain of supermarkets accounted for over 60% of Peru’s total supermarket sales, according to Cencosud’s Commercial Intelligence Report.

The rise of Topitop, a local family-owned apparel manufacturer and retailer, has been exceptional given the influx of Chilean retailers. Topitop’s sales have increased six times since 2001 thanks to its bold strategy of targeting the low- and middle-income segments of society with quality fabric and design at prices they can afford.

A corresponding growth in consumer access to credit has been playing an increasingly important role over the past decade, as the number and use of credit cards in the country has steadily increased. According to the Asociación de Bancos del Perú, 6.77m credit cards were registered as of September 2011, representing a 4% increase over the same month in 2010. Moreover, Banco de Crédito del Perú (BCP), the country’s largest bank, has predicted credit card penetration will break the 7m-cardholder barrier by the end of 2011.

“The year began a little slow in terms of growth in credit spending as a result of the uncertainty during that time,” Caesar Casabonne, the director of credit cards and personal credit at BCP, told local press recently. “However, if all turns out well during our busy holiday period, the growth of credit consumption could well reach 25% this year. If the holiday season is more subdued, the figure will be closer to 20%.”

Regarding consumer prices, despite efforts by the BCRP to keep the country’s inflation rate between the targeted 1-3%, increases in the cost of food and clothing that resulted from recent supply shortages pressed October’s inflation rate to a 29-month high of 4.2%. Inflation is expected to average 4% for the whole of 2011 and to slow to 2.6% in 2012 and 2.5% in 2013, according to BCRP projections.

After seeing 6.8% average growth from 2004 to 2010, Peru is now predicted to continue posting strong economic expansion of 6.3% in 2011, 5.7% in 2012 and 6.3% in 2013. Against this backdrop, the development of the country’s retail sector is almost sure to continue, and changes in the sector, such as the growing trend of expansion outside the capital city, will contribute even further to the sector’s overall growth.

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