La relativa estabilidad económica y política presentada durante las últimas dos décadas le ha dado a México una sólida plataforma para continuar con su desarrollo a largo plazo. La segunda mayor economía de América Latina continúa creciendo de manera constante, ello a pesar de la violencia, por todos conocida, vinculada con la droga, en su mayoría fruto de las guerras sostenidas entre los distintos cárteles.