Colombia: Revisión del año 2012

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2012 ha sido un año marcado por un sólido crecimiento y por el mantenimiento de la estabilidad macroeconómica en Colombia, si bien, con el objetivo de mantener el ritmo de crecimiento en 2013, el Banco de la República se ha embarcado ahora en una serie de acciones decisivas.

En su reciente viaje a Colombia, la directora del FMI, Christine Lagarde, elogió la aplicación de políticas macroeconómicas del país, que, afirmó, habían conducido a alcanzar un mayor grado de estabilidad económica. Lagarde llegó a la conclusión de que Colombia había llegado a un punto tal de su desarrollo en que ya era capaz de aportar al FMI en lugar de necesitar su apoyo.

Sin embargo, la desaceleración económica mundial ha impactado sobre Colombia en los últimos meses, conduciendo a una caída en los niveles de exportación y a un descenso en el ritmo de producción industrial. Tras varios meses de desaceleración, el Banco de la República estrechó sus predicciones de crecimiento a finales de noviembre, de entre el 3% y el 5% a entre el 3,7% y el 4,9%. En el mismo mes, el emisor recortó la tasa de interés de referencia, un movimiento que sorprendió a muchos en la comunidad inversionista.

Los problemas económicos globales empujaron a una caída interanual del 1,3% en la producción industrial de Colombia, incluyendo un descenso del 4,7% en minerales no metálicos. Este declive se ha atribuido en parte al derrumbe de la demanda mundial de carbón, que, junto con la bajada de los precios, llevó a la prensa local a adelantar que la industria minera no lograría los objetivos de producción fijados para este año.

El país está tratando, en otro frente, de aumentar sus exportaciones petroleras, sobre todo a la India y China. La producción de petróleo en Colombia pasó de 595.000 barriles por día (bpd) en el 2008 a 923.000 bpd en el 2011. Según el Ministerio de Minas y Energía, en septiembre de 2012 los niveles de producción se situaron en 956.000 bpd, mientras se esperaba lograr el millón diario a finales de año, y se mantiene el objetivo de producir 1,5 millones de barriles diarios para finales de la década.

La solidez del peso colombiano, que se ha apreciado un 6,5% desde enero de 2012, continúa exacerbando la desaceleración económica, en cuanto implica un aumento de los costos de producción y exportación. La fortaleza de la moneda local y el resultante aumento de los precios están dificultando las posibilidades de firmas colombianas de aumentar sus ventas en los mercados internacionales. Los productores miran con buenos ojos la reciente iniciativa del Banco de la República de reducción de la tasa de interés de referencia, ya que puede ayudar a frenar las entradas de capital extranjero y la apreciación del peso, al menos en el corto plazo.

La demanda interna en Colombia también está empezando a ceder. En septiembre, las ventas minoristas crecían un 2,3% interanual, mientras el crecimiento interanual en marzo había sido del 9,4%. Se cree que la desaceleración se debe en parte a las políticas gubernamentales que estimularon el aumento de las exigencias de reservas a las instituciones financieras, una medida destinada a frenar a el crédito al consumo.

El aumento de las exigencias de reserva fue anunciado en mayo, como consecuencia de una preocupación creciente por un potencial sobreendeudamiento de los consumidores colombianos. El crédito al consumo estaba creciendo rápidamente antes de la aplicación de estas medidas, en concreto una subida interanual del 43% en mayo.

Si bien es probable que tanto el crédito al consumo como la producción industrial reboten en el medio y largo plazo, la situación crítica de la infraestructura de transporte colombiana podría continuar impactando negativamente en las tasas de crecimiento, impidiendo que el país pueda aprovechar todo su potencial en los próximos años.

El informe de publicación reciente, Colombia Urbanisation Review, producido por el Banco Mundial, destacó el hecho de que el 40% de la red vial de Bogotá había sido clasificada como "en mal estado" en 2007, refiriéndose a un déficit de $ 3.5 billones en inversiones de mantenimiento, algo muy necesario. El informe calculaba asimismo que los costos logísticos representaban en promedio un 18,6% de las ventas de las empresas colombianas, muy por encima de los promedios de EE.UU. y Centroamérica.

Los planes de construcción de carreteras, elaborados por la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), y que incluyen programas para el desarrollo de 8.000 km de nuevas carreteras en los próximos seis años, suponen un intento de abordar algunas de estas preocupaciones y mejorar la conectividad entre las ciudades del interior y la costa del país. Si se cumplen las previsiones, la inversión de $ 20.000 millones en proyectos de construcción de carreteras reducirá significativamente los costos de transporte, y mejorará la capacidad de las compañías colombianas de competir en el mercado global.

Mientras que los sectores industriales y de consumo han experimentado una evolución más lenta en los últimos meses, las previsiones de crecimiento del PIB de Colombia para 2013 siguen siendo totalmente optimistas. El FMI espera que la economía colombiana crezca en torno al 4,5% en 2013, por encima de la estimación de crecimiento del 3,9% para el conjunto de América Latina.

La recuperación de las exportaciones colombianas, provenientes tanto de la producción industrial como de la explotación de recursos naturales, jugará un papel crucial como cimiento del crecimiento económico. En cualquier caso, la mejora en infraestructuras de transporte está llamada a ser el principal motor de la expansión económica de Colombia en el largo plazo.

 

Colombia: Year in Review 2012

While 2012 was marked by strong economic growth and macroeconomic stability in Colombia, the country’s central bank has now embarked on a course of decisive action aimed at keeping expansion on track in the new year.

On a recent trip to Colombia, IMF director Christine Lagarde praised the country for enforcing macroeconomic policies that she said had earned it a greater degree of economic stability. Lagarde concluded that Colombia had reached a point in its development where it was now capable of lending to the IMF rather than relying on it for support.

However, the global economic slowdown has weighed down more heavily on Colombia in the past few months, leading to a drop in export levels and lower industrial output. Several months of slow growth prompted the central bank in late November to narrow growth predictions slightly for 2012 to 3.7%-4.9% from 3%-5%. In the same month, the central bank also cut the benchmark interest rate, in a move that took many in the investment community by surprise.

The world’s economic woes led to Colombia’s industrial production falling 1.3% year-on-year (y-o-y) in September, with output of non-metal minerals dropping 4.7%. A decline in production has been attributed in part to a drop in global demand for coal, which, together with lower prices, prompted suggestions in the local press that the country’s mining industry would miss production targets in 2012. Colombia is one of the world’s largest coal exporters.

Colombia is also looking to increase exports of its growing oil output, particularly to India and China. Oil production in Colombia climbed from 595,000 barrels per day (bpd) in 2008 to 923,000 bpd in 2011. According to the Ministry of Mines and Energy, in September 2012 production levels stood at 956,000 bpd, and were expected to reach 1m bpd by the end of last year and 1.5m bpd by the end of the decade.

But a strong Colombian peso, which has risen 6.5% since January 2012, continues to exacerbate the economic slowdown, leading to increased production costs for both industrial firms and others. The strength of the local currency and resulting higher prices are also making Colombian exports a harder sell on international markets. Producers are likely to welcome the central bank’s recent moves to cut the benchmark interest rate as this may help to slow foreign capital inflows and the peso’s appreciation, at least in the short term.

Internal demand in Colombia is also beginning to ease. In September, retail sales were up just 2.3% y-o-y compared to a 9.4% y-o-y increase in March. The slowdown is believed to be down in part to explicit government policies that triggered the introduction of higher reserve requirements in a move aimed at reining in consumer credit.

The increased reserve requirements were announced in May following concerns expressed among banking sector regulators about the potential “over indebtedness” of Colombian consumers. Consumer credit was growing rapidly prior to the implementation of the reserve measures, with figures showing it was up 43% y-o-y in May.

While consumer credit and industrial output are likely to rebound in the medium to long term, Colombia’s ailing transportation infrastructure could continue to have a negative impact on growth rates, preventing the country from realising its full potential for some years to come.

The recent Colombia Urbanisation Review published by the World Bank, highlighted the fact that 40% of Bogotá’s road network had been classified as in “bad condition” in 2007, saying the situation signalled a $3.5bn shortage in much-needed maintenance investment. The report also calculated that logistics costs for Colombian companies were on average 18.6% of company sales, which it said was well above the US and Central American average.

A highway building initiative, which includes plans to develop 8000 km of new roads over the next six years, has been put together by the National Infrastructure Agency in a bid to address some of these concerns and improve connectivity between Colombia’s cities and the coastline. If it goes to plan, the $20bn in road building projects could also significantly reduce transportation costs and improve the overall ability to compete in the global marketplace.

While the industrial and retail sectors have both experienced slower growth over the last few months, Colombia’s GDP growth predictions for 2013 remain wholly optimistic. The IMF expects the Colombian economy to grow by around 4.5% in 2013, higher than its estimated regional average for Latin America of 3.9%.

A recovery in demand for Colombian exports, including industrial outputs and natural resources, will play a crucial role in supporting growth. However, improved transportation infrastructure, which would facilitate the shipping of goods worldwide, is likely to have the biggest long-term impact on Colombia’s economic expansion.

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