Durante el último año, varios líderes de países en desarrollo se han comprometido públicamente a mejorar la infraestructura tecnológica y el acceso a Internet de los ciudadanos de bajos recursos. Colombia es un raro ejemplo en donde la retórica se convirtió en hechos. Desde que el presidente Juan Manuel Santos llegó al poder en 2010, las conexiones a Internet en el país se han más que duplicado de 2.2 millones a 4.6 millones.