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La ciudad colombiana de Medellín ha dado un paso más en su desarrollo como clúster de innovación regional, convirtiéndose en la primera ciudad del mundo hispanohablante en albergar una filial del Centro para la Cuarta Revolución Industrial.
El 23 de enero, Klaus Schwab, fundador y CEO del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), anunció que Medellín, junto con otras ciudades en Israel y en los EAU, había sido elegida como uno de los cuatro nuevos centros asociados con esa iniciativa. Estos se unirán a los centros iniciales con sede en Estados Unidos, China, India y Japón.
En el marco del programa, lanzado por el WEF el año pasado, los centros se desarrollarán como clústeres globales para la innovación, combinando la colaboración pública, privada y académica para promover las tecnologías emergentes.
En su etapa inicial, el centro de Medellín se concentrará en tres tecnologías clave: Inteligencia Artificial (IA), Blockchain, e Internet de las Cosas, dijo a OBG Federico Gutiérrez, alcalde de la ciudad.
Este enfoque creará oportunidades para asociaciones público-privadas, y propiciará un desarrollo social y económico más amplio tanto en Colombia como en toda la región, dijo el presidente Iván Duque.
La afiliación a la red también conectará a Medellín con otros importantes centros de innovación.
"Como nuevos miembros de la red de afiliados a los Centros de la Cuarta Revolución Industrial, tendremos acceso al talento, habilidades y conocimientos de otros miembros", dijo Gutiérrez a OBG.
El gobierno fomenta la Economía Naranja
El anuncio coincide con los planes del gobierno nacional para estimular la actividad en la llamada Economía Naranja –que consiste en las industrias creativas y aquellas basadas en tecnología–, que se ha identificado como herramienta para apalancar la ampliación de la base económica.
En la actualidad, las actividades de la Economía Naranja representan aproximadamente el 3,3% del PIB, una cifra que, según el presidente Duque, podría aumentar hasta el 10% del mediano al largo plazo, un nivel similar al de los insumos de manufactura.
En la actualidad, el sector representa el 1,5% del PIB en Antioquia, el departamento en el que se encuentra Medellín, lo que sugiere que hay potencial para una mayor expansión.
Para ayudar a fomentar el crecimiento en la Economía Naranja, el gobierno introdujo una serie de incentivos en la nueva reforma tributaria que entró en vigor el 1 de enero. Ahora, los emprendedores en las industrias tecnológicas y creativas son elegibles para una exención de impuestos durante siete años, para ingresos menores a 80.000 Unidades tributarias, lo que equivale a unos US$ 850.000.
Las autoridades locales también han apoyado la innovación a través de la creación del Distrito Creativo Perpetuo Socorro, en el centro de la ciudad.
El sitio, de 62 hectáreas de superficie, ha sido designado como centro para industrias creativas y artísticas, y las empresas que operen en este distrito recibirán exenciones de impuestos a la propiedad, junto con reducción en las tasas de impuestos industriales y comerciales.
El nuevo distrito creativo se complementa con la vecina Ruta N, una incubadora pública de start-ups, establecida en 2009 para fomentar el espíritu empresarial e innovador, para actividades basadas en la tecnología y la ciencia.
La ciudad ya alberga a más de 5.000 empresas en la Economía Naranja, casi todas pequeñas o microempresas, según la Agencia de Cooperación e Inversión ACI Medellín, el organismo del gobierno local encargado del desarrollo de negocios internacionales y de establecer lazos comerciales de inversión.
Inversión y capacitación: la clave lograr los objetivos de innovación
Además de los incentivos a la inversión, la estrategia de Medellín para incrementar sus credenciales de innovación ha sido respaldada por inversión en industrias y segmentos específicos.
En 2014, los funcionarios municipales firmaron el Gran Pacto por la Innovación, comprometiendo a la ciudad a encontrar soluciones basadas en ciencia y tecnología, a los desafíos que enfrenta la región.
Gutiérrez le dijo a OBG que, al momento de la firma, la ciudad aportaba el equivalente al 0,7% de su PIB al área de innovación, ciencia y tecnología, lo que estaba aproximadamente en línea con el promedio nacional. En los años posteriores, la inversión de la ciudad en estos sectores aumentó al 2% a fines de 2017 y 2,14% para fines del año pasado. En 2021 los funcionarios esperan que alcance el 3%.
Además, en junio del año pasado, Ruta N y el Instituto para la Automatización de Procesos Robóticos e Inteligencia Artificial, con sede en EE. UU., lanzaron la Iniciativa de Proyectos Digitales de las Americas (Digital Americas Pipeline Initiative, DAPI), un organismo diseñado para promover y desarrollar la innovación en la automatización de procesos robóticos, el aprendizaje automático y otras tecnologías cognitivas.
La asociación supervisó la creación de un centro de excelencia en IA en la ciudad, que, además de ser sede para la investigación, trabaje en función de lograr cambiar las habilidades de la fuerza laboral, permitiendo a los trabajadores adaptarse a las demandas de las nuevas tecnologías.
Las partes interesadas, más allá del centro de inteligencia artificial, han reconocido la necesidad de personal capacitado para impulsar la innovación, de manera que otros proveedores de servicios educativos en Medellín están aprovechando esa dinámica de oferta y demanda.
Una de esas instituciones es Holberton School, una academia de ingeniería de software con sede en los Estados Unidos, que abrió sus primeros campus en el extranjero en Medellín y Bogotá a principios de este año.
Al anunciar el ingreso al mercado colombiano en diciembre, Julien Barbier, CEO de Holberton, dijo que las nuevas escuelas, que ofrecerán cursos de ingeniería de software de dos años de duración, están diseñadas para satisfacer la creciente demanda de personal calificado.
"El crecimiento digital de Colombia es tan impresionante que actualmente no pueden capacitar lo suficientemente rápido al caudal de talentos requeridos en ingeniería de software", dijo Barbier.
Which city is leading Colombia’s innovation drive?
En Español
The Colombian city of Medellín has taken another step in its development as a regional innovation cluster, becoming the first in the Spanish-speaking world to host an affiliate centre of the Fourth Industrial Revolution Network.
On January 23 Klaus Schwab, the founder and CEO of the World Economic Forum (WEF), announced that Medellín – along with cities in Israel and the UAE – had been named as one of four new centres associated with the initiative. They will join inaugural centres based in the US, China, India and Japan.
Under the programme, launched by the WEF last year, the centres will be developed as global clusters for innovation, combining public, private and academic collaboration to advance emerging technologies.
In its initial stage, the Medellín centre will focus on three core technologies: artificial intelligence (AI), blockchain and the internet of things, Federico Gutiérrez, the city’s mayor, told OBG.
This focus will create opportunities for public-private partnerships, as well as play a role in improving broader social and economic development in Colombia and across the region, President Iván Duque said.
Affiliation with the network will also connect Medellín with other important innovation centres.
“As new members of the affiliated network of the Centres of the Fourth Industrial Revolution, we will have access to the talent, skillset and knowledge stemming from other members,” Gutiérrez told OBG.
Government moves to incentivise Orange Economy
The announcement dovetails with national government plans to stimulate activity in the so-called Orange Economy, consisting of tech-based and creative industries, which has been identified as a vehicle to broaden the base of the economy.
Currently, Orange Economy activities account for an estimated 3.3% of GDP, a figure President Duque has said could rise to 10% in the medium to long term, a similar level to manufacturing input.
At present, the sector accounts for 1.5% of GDP in Antioquia – the department in which Medellín is located – highlighting scope for further expansion.
To help encourage growth in the Orange Economy, the government introduced a series of incentives in the new tax reform, which came into force on January 1. Entrepreneurs in technological and creative industries are now eligible for a seven-year tax exemption on earnings under 80,000 tax units, which is equivalent to about $850,000.
Local authorities have also sought to support innovation through the establishment of the Perpetuo Socorro Creative District in the city centre.
The 62-ha site has been earmarked as a centre for creative and art-based industries, and companies operating in this district will receive property tax exemptions, along with reduced industrial and commercial tax rates.
The new creative district complements the nearby Ruta N, a public start-up incubator established in 2009 to foster technology- and science-based entrepreneurship and innovation.
The city already hosts more than 5000 companies in the Orange Economy, almost all of which are either small or micro-enterprises, according to the Agency for Cooperation and Investment – ACI Medellín, the local government agency tasked with developing international business and investment ties.
Investment and training key to innovation targets
In addition to investment incentives, Medellín’s quest to boost its innovation credentials has been supported by investment in targeted industries and segments.
In 2014 city officials signed the Great Pact for Innovation, committing the city to finding science- and tech-based solutions to challenges facing the region.
Gutiérrez told OBG that at the time of signing, the city contributed the equivalent of 0.7% of its GDP to innovation, science and technology, which was roughly in line with the national average. In the following years, the city’s investment in these sectors increased, to 2% at the end of 2017 and 2.14% by the end of last year. By 2021 officials hope this will reach 3%.
Furthermore, in June last year Ruta N and the US-based Institute for Robotic Process Automation and AI launched the Digital Americas Pipeline Initiative, a body designed to promote and develop innovation in robotic process automation, machine learning and other cognitive technologies.
The partnership oversaw the establishment of a centre of excellence for AI in the city, which, on top of being a headquarters for research, also works to develop a skills shift in the labour force, allowing workers to adapt to changing demands of new technology.
Stakeholders beyond the AI centre have also recognised the need for trained personnel to boost the innovation, and other educational service providers are capitalising on the supply and demand dynamics in Medellín.
One such company is Holberton School, a US-based software engineering educator, which opened its first overseas campuses in Medellín and Bogotá at the beginning of this year.
Announcing the move into the Colombian market in December, Julien Barbier, Holberton’s CEO, said the new schools, which will offer two-year courses in software engineering, are designed to meet rising demand for skilled personnel.
“Colombia’s digital growth is so impressive that they cannot currently train the required pool of software engineering talent fast enough,” Barbier said.