In English
Los sólidos resultados del primer trimestre, junto con la mejora en las condiciones climáticas y las nuevas inversiones, han dado un preciado impulso a los agricultores y la economía de Colombia en los últimos meses.
El protagonista
La contribución de la agricultura al PIB creció en un 7,7% interanual durante el primer trimestre de 2017, superando significativamente al de la economía en su conjunto, con un aumento más modesto del 1,1%, según datos emitidos por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).
El líder de este crecimiento es el café, cuya aportación creció un 11,5%, seguido por el ganado y otros productos animales (2,9%). Estas cifras superan con creces las de las industrias forestales, madereras y pesqueras, que experimentaron un descenso total del 1,1%.
El sólido comportamiento global del sector compensó las posiciones más débiles de otros componentes clave de la economía colombiana, tales como el comercio minorista y la construcción, que se llevaron la peor parte al incrementarse en tres puntos porcentuales el IVA a finales de 2016. Los sectores de minería y el transporte también se contrajeron en los tres primeros meses del año.
Las últimas cifras de producción del sector agrícola contrastan con las cifras de 2016, año en que se registró un crecimiento de apenas el 0,5%.
Según la última Encuesta Nacional de Agricultura, realizada en 2015, el 80% de las tierras agrícolas del país se dedica a la ganadería, el 7,6% a la agricultura, el 10,1% a bosques y el 2,3% a otros usos.
Sabor extranjero
El sector recibió un nuevo impulso a principios de junio, al anunciarse que la firma agroalimentaria estadounidense Cargill planea invertir entre 300 y 500 millones de dólares en Colombia.
En declaraciones a medios internacionales, Xavi Vargas, presidente de Cargill Protein Latin America, dijo que la empresa se ha interesado por la creciente economía de Colombia y la expansión del consumo interno.
El anuncio se produjo pocos días después de que Cargill finalizara la compra de uno de los mayores procesadores de alimentos de Colombia, la empresa de pollos El Bucanero, como parte de su gran proyecto de expansión en América Latina.
Efecto en cadena positivo
El crecimiento registrado en el primer trimestre también parece haber afectado a los precios al consumidor, tras la caída en la inflación de los alimentos a un 2,09% en mayo y un 1,37% el mes pasado, según cifras del DANE.
Esta caída, a su vez, ha afectado la tasa de inflación global de Colombia, que cayó por 11º mes consecutivo en junio a un 4%.
"El grupo de alimentos continúa siendo uno de los principales impulsores de la tendencia a la desinflación, ya que la crisis en la oferta sigue disminuyendo", señaló DANE el mes pasado.
La mejora de la producción agrícola también ha repercutido en el índice de precios a la producción, que se redujo un 2,07% interanual en junio y un 0,5% intermensual. En un comunicado emitido el 4 de julio, el DANE atribuyó la caída a los costes menores en los sectores de la agricultura, la ganadería, la pesca y la minería.
Alentado en parte por la caída de los índices de precios, el Banco de la República de Colombia procedió a bajar su tipo de interés de referencia.
El 30 de junio, la entidad redujo su índice de crédito principal de un 7,75% a un 5,75%, en parte gracias a la reciente y fuerte caída de los precios de los alimentos que, según indicó, ayudó a aliviar las presiones inflacionistas.
El banco señaló, sin embargo, que los precios de los alimentos podrían subir de nuevo más adelante, en 2017.
Recuperación rural
También se espera que la implementación del acuerdo de paz entre el gobierno y el movimiento rebelde de las FARC tenga un efecto positivo en la producción agrícola de Colombia en los próximos años.
Las tierras abandonadas antes o durante el conflicto tienen potencial para ser cultivadas de nuevo. En cuanto a la nueva producción, el café -que sigue siendo uno de los cultivos comerciales más importantes de Colombia- podría ser una de las propuestas principales.
La segunda mayor productora mundial de café Arábica, Colombia, produjo 14,23 millones de sacos de 60 kg durante el año pasado, según la Federación Nacional de Cafeteros.
Aunque la reactivación de grandes extensiones de tierras rurales serviría para impulsar la producción, se requiere tiempo y una importante inversión en infraestructura, limpieza de tierras y formación para que la producción llegue al mercado.
El coste estimado de reinsertar exrebeldes en la sociedad y de reducir las diferencias entre infraestructura e inversión que se derivan de los 50 años de conflicto equivaldría a un 2,2% del PIB cada año durante el próximo lustro, según un informe emitido en mayo por la Asociación Nacional de Instituciones Financieras bajo el título "Dividendos, beneficios y costos del proceso de paz de Colombia".
Colombia’s agriculture sector outpaces broader growth in the first quarter
En Español
Solid first quarter results, combined with improved weather conditions and new investment, have given Colombia’s farmers and economy a welcome boost in recent months.
Star performer
Agriculture’s contribution to GDP grew by 7.7% year-on-year (y-o-y) in the first quarter of 2017, significantly outperforming the broader economy, which expanded by a more modest 1.1%, according to data issued by the National Administrative Department of Statistics (Departamento Administrativo Nacional de Estadística, DANE).
Leading this growth was coffee, whose contribution expanded by 11.5%, followed by livestock and animal products (2.9%). This more than offset figures from the forestry, logging and fishing industries, which saw a combined drop of 1.1%.
The sector’s solid overall performance compensated for weaker showings in other key components of Colombia’s economy, including retail and construction – both of which bore the brunt of the three percentage-point increase in value-added tax (VAT), introduced at the end of 2016. The mining and transport sectors also contracted in the first three months of the year.
The latest output figures for the agriculture sector contrast with full-year figures from 2016, when growth of just 0.5% was registered.
According to the most recent National Agricultural Survey, conducted in 2015, 80% of the country’s farmland is devoted to livestock, 7.6% to arable farming, 10.1% to forests and 2.3% to other uses.
Foreign flavour
The sector received a further boost in early June, when the US agri-food firm Cargill announced plans to invest between $300m and $500m in Colombia.
Speaking to international media, Xavi Vargas, president of Cargill Protein Latin America, said the company was attracted by Colombia’s growing economy and expanding domestic consumption.
The announcement came just days after Cargill finalised the purchase of one of Colombia’s largest food processors, the poultry firm Pollos El Bucanero, as part of its broader expansion in Latin America.
Positive ripple effects
The growth registered in the first quarter also seems to have affected consumer prices, with food inflation dropping to 2.09% in May and to 1.37% last month, as per DANE figures.
This, in turn, has impacted Colombia’s overall inflation rate, which fell for the 11th consecutive month in June to 4%.
“The food group remains as a major driver of the disinflation trend, as the supply-side shocks continue to fade,” DANE noted last month.
Improved agricultural output has also had a knock-on effect on the producer price index, which was down 2.07% in June y-o-y and 0.5% month-on-month. Commenting in a statement issued on July 4, DANE attributed the drop to lower costs in the agriculture, livestock, fishing and mining segments.
Encouraged in part by the falling price indexes, Banco de la República de Colombia moved to lower its benchmark interest rate.
On June 30 the bank cut its key lending rate from 7.75% to 5.75%, citing the recent sharp fall in food prices, which it said helped ease inflationary pressures, as a contributing factor.
The bank noted, however, that food prices could rise again later in 2017.
Rural recovery
The implementation of the peace accord between the government and the FARC rebel movement is also expected to have a positive effect on Colombia’s agricultural production in the coming years.
Land previously abandoned or left fallow during the conflict has the potential to be cultivated once again. In terms of new production, coffee – which remains one of Colombia’s main cash crops – is likely to be a major focus.
The world’s second-largest producer of Arabica coffee, Colombia produced 14.23m, 60-kg bags during the last calendar year, according to the National Federation of Coffee Growers.
While reactivating large tracts of rural land should boost production, time and significant investment in infrastructure, land clearing and training will simultaneously be required in order for produce to reach the market.
The estimated cost of reintegrating the former rebels into mainstream society and bridging the infrastructure and investment gaps created by the 50-year conflict would equate to 2.2% of GDP every year for the next half decade, according to a May report by the National Association of Financial Institutions titled "Dividends, Benefits and Costs of Colombia's Peace Process".