In English
La promesa de una paz duradera y las reformas al sistema impositivo estimularán la confianza de los inversionistas en Colombia y desarrollarán los nexos comerciales con sus socios internacionales.
Mientras el primer borrador del acuerdo de paz entre el gobierno de Colombia y el grupo rebelde de las FARC fue rechazado en una ajustada votación a principios de octubre, a finales de noviembre se finalizó el acuerdo revisado, el cuál fue firmado por el Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos y el líder de las FARC, Rodrigo Londoño.
El fin de un conflicto que ha durado 52 años promete mejorar el clima de inversión y trae negociaciones comerciales positivas con el Reino Unido y con China, entre otros países.
Ampliando nexos bilaterales
Durante su visita de Estado a Londres a principios de noviembre, el Presidente Santos firmó una serie de acuerdos dirigidos a mejorar el comercio y la inversión del Reino Unido en Colombia.
Entre las negociaciones que se cerraron estaba un pacto para eliminar la doble tributación, el cual según Theresa May, Primera Ministra del Reino Unido, regenerará el clima inversionista y proveerá mayor certidumbre para en las relaciones comerciales entre ambos países.
El Reino Unido ha acordado adicionalmente proveer US$1.080 mil millones en financiamiento a las exportaciones, para apoyar las inversiones en el área de salud rural y en proyectos de energía renovable. Asimismo, proveerá US$ 34 millones para invertir directamente en desarrollo urbano, agricultura, servicios y transporte.
Los dos países ya tienen una relación comercial muy sólida: el Reino Unido fue el tercer mayor inversionista en la economía colombiana en la última década, y en 2015 su comercio bilateral fue valorado en más de mil millones de dólares.
Sin embargo, existe un área sustancial con potencial de mejora en los nexos comerciales.
“Francamente hablando, las cifras de comercio son muy pequeñas, en comparación con lo que pudieran ser,” dijo Santos a la prensa durante su visita, “así que nosotros vemos una gran oportunidad para aumentar nuestro comercio y para llegar a un acuerdo mucho más ambicioso, para atraer más inversiones en ambos países.”
Beijing también está prestando atención al potencial de Colombia. A principios de octubre, el Ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, dijo que su gobierno quiere iniciar conversaciones con Bogotá en 2017, para estudiar la factibilidad de un acuerdo de libre comercio.
Si es aprobado, este pacto podría incrementar de forma significante el atractivo de Colombia como destino de inversiones chinas, y así el país pudiera se uniría a Chile, Perú y Costa Rica entre las naciones de la región que tienen tratados de libre comercio con China.
Estimulando la Inversión Extranjera Directa
Antes de que se firmara el acuerdo de paz, los analistas habían proyectado que su ratificación mejoraría el flujo de Inversión Extranjera Directa en sectores como el del turismo y agroindustria, particularmente en las regiones rurales que más han sido afectadas por el conflicto.
Colombia tiene la expectativa de que, ya con el acuerdo firmado, la FDI crecerá por encima de lo ya visto en el primer trimestre de este año, cuando los flujos alcanzaron US$4570 mil millones, para un crecimiento interanual de 44,6%, según ProColombia, una agencia estatal encargada de promover la inversión y exportaciones en el país.
En paralelo, el gobierno está diseñando reformas adicionales para incrementar el atractivo del país y llegarle a un espectro más amplio de inversionistas.
A principios de noviembre el Ministro de Finanzas, Mauricio Cárdenas, mencionó en una conferencia en Londres que esperaba antes del fin de año la aprobación del congreso a una reducción en los impuestos al portafolio de bonos de los inversionistas foráneos.
Esta medida sería parte de un paquete de reforma tributaria más amplio, el cual incluiría una reducción gradual en la tasa impositiva de 42% en 2017 a 33% a finales de 2018.
Si son ejecutadas, estas reformas pudieran abrir el apetito por papeles comerciales colombianos afuera, incrementando los flujos de capital hacia la economía.
En un reporte publicado a finales de octubre, la agencia Fitch dijo que el plan impositivo propuesto enfatizaba el compromiso del gobierno de abordar el impacto de los ingresos petroleros perdidos, reconstruyendo la base impositiva y apoyando la formalización de la economía.
A principios de octubre Cárdenas dijo que las reformas agregarían un estimado de 1-2% del PIB y que eran esenciales para mantener la calificación “BBB” que tiene Colombia en cuanto al grado de inversión.
Enfriamiento del crecimiento
El gobierno necesita mayores ingresos por impuestos, particularmente porque las proyecciones de crecimiento se han desacelerado últimamente. El 4 de noviembre, el Banco Central –Banco de la República de Colombia BCR–, revisó sus proyecciones económicas para este año, de 2,3% a 2,0.
Las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM) son más optimistas. Ellos prevén respectivamente una expansión del PIB de 2,2% y 2,5% en 2016, a 2,7% y 3% en 2017. Si el gobierno colombiano es capaz de lograr la aprobación de las reformas tributarias en el Parlamento, estas cifras de crecimiento estarían sujetas a revisiones adicionales.
Reviewed peace accord to improve Colombia's investment appeal
En Español
The promise of enduring peace and reforms to its taxation system will boost investor confidence in Colombia and enhance trade ties with its international partners.
While a draft peace agreement brokered with the FARC rebel group was narrowly rejected by voters in an October referendum, late last month a revised deal was finalised and signed by Colombian President Juan Manuel Santos and the FARC.
An end to the 52-year conflict is expected to brighten the investment climate and comes on the back of positive trade talks with the UK and interest from China.
Improving bilateral ties
During a state visit to London in early November, President Santos signed a series of agreements aimed at boosting UK trade and investment in Colombia.
Among the deals struck was a pact to end dual taxation , which UK Prime Minister Theresa May said would improve investor sentiment and provide greater certainty for businesses operating in both countries.
The UK has also agreed to provide $1.08bn in export finance to support investment in rural health care and renewable energy projects, along with a further $34m in direct investment in urban development, agriculture, services and transport.
The two countries already have a solid trade relationship: the UK was the third-largest investor in the Colombian economy over the past decade, and in 2015 their bilateral trade was valued at more than $1bn.
Nonetheless, there remains substantial potential for improved ties.
"Quite frankly, the trade figures are very small compared to what they could be," Santos told the press during his visit, "and we see this as a great opportunity to enlarge our trade, and to make even more ambitious agreement, and to attract more investment both ways. "
Beijing is also looking to tap Colombia's potential. In early October, Chinese Foreign Minister Wang Yi said his government wanted to start talks with Bogota in 2017 on a feasibility study for a free trade agreement.
If enacted, the pact could significantly increase Columbia’s appeal as a destination for Chinese investments, and the country would join Chile, Peru and Costa Rica among South American nations that have free trade deals with China.
Boosting FDI
Before the peace deal was struck, analysts had forecast that its ratification would boost the flow of foreign direct investment (FDI) into sectors like tourism and agri-business, particularly in regions in the conflict zone.
Colombia will be hoping the revised appeal will build on the upswing in FDI seen in the first quarter of this year, when inflows reached $4.57bn, a year-on-year increase of 44.6%, according to ProColombia, a state agency charged with promoting non-traditional exports.
In tandem, the government is mulling further reforms to amplify the country's attractiveness to a wide swathe of investors.
In early November the minister of finance, Mauricio Cardenás, told a London conference he hoped to get congressional approval before the end of the year for a reduction in taxes on foreign investors' bond portfolios.
The move would be part of a wider tax reform package that would include a gradual scaling-back of the income tax rate from 42% in 2017 to 33% by 2018.
If enacted, the amendments could whet appetites for Colombian paper abroad and boost capital flows into the economy.
Fitch said the proposed tax plan underscored the government's commitment to addressing the impact of lost oil revenues, rebuilding the tax base and supporting the economy's formalisation.
In early October Cardenás said the reforms would add an estimated 1-2% to GDP and were essential to maintain Colombia's investment-grade "BBB" rating.
Growth cooling
The government is in need of greater tax revenues, particularly as growth forecasts have been scaled back of late. On November 4 the central bank, Banco de la República de Colombia (BCR), revised down its economic outlook for this year, from 2.3% to 2%.
Projections are higher, however, from the IMF and World Bank, which respectively forecast GDP to expand by 2.2% and 2.5% in 2016, rising to 2.7% and 3% in 2017. If the government is able to push the tax reforms through Parliament, these growth figures may be subject to further revision.
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