In English
El Banco de la República (BCR) ha rebajado las tasas de interés para impulsar el gasto y las inversiones públicas, aunque la reducción de los ingresos fiscales significa que el gobierno tiene a su disposición menos herramientas para estimular la actividad económica en el corto plazo.
El pasado 25 de mayo, el BCR redujo la principal tasa de interés en 25 puntos básicos, hasta el 6,25% en respuesta a la desaceleración de la economía.
Al explicar su decisión, el BCR citó “una debilidad incrementada en la actividad económica y el riesgo de una desaceleración más allá de lo que es compatible con la reducción en los ingresos causada por la disminución de los precios del petróleo”. Otros dos factores fueron “la incertidumbre sobre la velocidad de convergencia de la tasa de inflación hacia la meta del 3%” y el efecto de “contracción” que la anterior tasa tenía.
De los siete miembros de la junta directiva del BCR, cuatro aprobaron la rebaja y los otros tres votaron por una reducción de 50 puntos básicos, lo que puede sugerir que una política monetaria más expansiva se lleve a cabo.
Esto sigue a reducciones previas de medio punto porcentual a finales de abril y un cuarto de punto porcentual tanto a finales de marzo como a finales de febrero, lo que ha reducido la tasa de interés desde el 7,5% hasta el 6,25% en tres meses.
“Los recientes indicadores de actividad económica como las ventas al por menor, la producción industrial y la confianza de los consumidores sugieren un debilitamiento de la economía más pronunciado de lo esperado en el primer trimestre del año”, declaró el BCR después de las rebajas de tasas de interés de abril.
También dejó abierta la puerta a otras posibles rebajas a medida que avance el año, aunque dichas reducciones “dependerían en el balance de los riesgos, entre una lenta convergencia de la inflación hacia el 3% y una excesiva desaceleración de la economía”.
Buscando el equilibrio inflacionario
Mientras el BCR ha buscado impulsar la actividad económica, también es consciente de que un incremento en la liquidez puede llevar a un aumento de la inflación.
Aunque el índice de precios al consumidor se ha moderado desde un máximo de 16 años de 8,97% el pasado mes de junio hasta el 4,69% en marzo –el octavo mes consecutivo en el que se reduce– la inflación está todavía sobre el límite superior del rango objetivo del banco, que es del 2-4%.
Desaceleración del crecimiento
Después de la noticias de que, en el primer trimestre, el PIB creció un 1,1%, por debajo de las previsiones del 1,3%, el BCR corrigió a la baja las proyecciones de crecimiento del 2% al 1,8%.
El FMI fue un poco más optimista, previendo un crecimiento del 2,3% este año en una declaración publicada el pasado 4 de mayo, por encima del 2% alcanzado el año pasado, aunque por debajo del 2,7% que pronosticaba el año pasado para 2017.
Aunque predijo un modesto rebote económico, apoyado por reformas fiscales, el fin del conflicto armado con grupos rebeldes y, más en el largo plazo, por la diversificación de la economía que llevará a no depender tanto del petróleo, el FMI también advirtió de los riesgos. Dichos riesgos incluyen la potencial volatilidad financiera y el gran tamaño de la deuda externa del país, la cual alcanzó el año pasado un máximo del 49,2% del PIB y se proyecta que este año se reduzca hasta el 48,5%.
El gobierno se ha comprometido a incrementar las inversiones en obras de capital para estimular el crecimiento. Sin embargo, los bajos precios del petróleo siguen poniendo presión sobre las finanzas del Estado, por lo que el gasto público se ve restringido. El FMI ha previsto un déficit fiscal del 3,8% del PIB este año, lo que significa una reducción del 4,4% del año pasado.
Cifras negativas
Otras cifras recientes sugieren que más expansión monetaria puede estar dentro de las medidas a tomar. El desempleo aumentó de manera importante en enero hasta el 11,7%, antes de bajar al 9,7% en marzo, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).
Aún así, dicha cifra de marzo está significativamente por encima del 9,2% registrado en 2016, la primera vez desde 2009 que la cifra de fin de año aumentaba con respecto a la anterior.
Otro dato estadístico surgió en marzo, cuando el DANE reportó que la pobreza aumentó marginalmente el año pasado. Aunque fue un incremento pequeño –la tasa de pobreza aumentó sólo 0,2 puntos porcentuales hasta el 28%- este fue el primer movimiento ascendente en la pobreza desde 2002.
El DANE atribuye dicho aumento a las tasas de pobreza más altas en las áreas urbanas, principalmente en la capital, Bogotá, en donde la pobreza ha aumentado desde el 9,1% hasta el 10,6%. Por contraste, destacó que la pobreza rural ha disminuido desde el 40,3% hasta el 38,6%. Esto puede que se deba a un proceso de urbanización o a un efecto rebote del impacto del fenómeno El Niño, que afectó al país durante la primera mitad del año pasado y tuvo un impacto importante en la producción agrícola.
Colombia seeks fiscal balance through interest rate cuts
En Español
The central bank of Colombia has cut interest rates to boost domestic spending and investment amid slowing growth and higher unemployment, though reductions in state revenue mean the government has fewer fiscal tools to stimulate economic activity in the short term.
On May 25 the Banco de la República de Colombia (BCR) reduced its key interest rate by 25 basis points, lowering its lending rate to 6.25% in response to a continued slowing of the economy.
Explaining its decision, the BCR cited “an incremental weakness in economic activity and the risk of a deceleration beyond what is compatible with the reduction in income that resulted from the oil price shock”. Two other factors were “uncertainty on the speed of convergence of inflation to its 3% target”, and the “contractionary” level of the previous rate.
While four of the BCR’s seven board members approved the cut, the other three voted for a 50-basis-point cut, suggesting further monetary loosening may be warranted.
This follows previous cuts of half a percentage point in late April and a quarter of point in both late March and late February, bringing the rate down from 7.5% to 6.25% in a three-month span.
“Recent indicators of economic activity such as retail sales, industrial production and consumer confidence suggest a weakening of the economy in the first quarter of the year more pronounced than expected,” the bank stated following April’s cut.
It also flagged possible further cuts later in the year, though additional reductions would “depend on the balance of risks, between a slow convergence of inflation to 3% and an excessive slowdown on the economy”.
Striking inflationary balance
While the bank has sought to encourage economic activity, it is also mindful that increased liquidity could feed into higher inflation.
Though the consumer price index has eased from a 16-year high of 8.97% last June to 4.69% as of March – the eighth successive month of retreat – inflation is still above the upper limit of the bank’s 2-4% target range.
Growth to slow
Following news that first quarter GDP growth came in at 1.1%, below the 1.3% forecast, the BCR has accordingly revised its 2017 growth projections from 2% to 1.8%.
The IMF was somewhat more optimistic, predicting 2.3% growth this year in a statement released on May 4, above last year’s 2%, though below its 2.7% forecast issued late last year.
While forecasting a modest economic rebound – supported by tax reforms, an end to armed conflict with rebel groups and, in the longer term, by economic diversification away from oil – the IMF also warned of downside risks, such as the potential for financial volatility and the country’s large external debt, which peaked at 49.2% of GDP last year but is projected to ease to 48.5% this year.
The government has committed to step up investment in capital works to help stimulate growth, yet low oil prices will continue to pressure state finances, constraining state spending. The IMF has forecast public finances will run a deficit of 3.8% of GDP this year, down from 4.4% last year.
Negative numbers
Other recent figures suggest further monetary expansion could be on the cards. Unemployment jumped sharply in January to 11.7%, before falling back to 9.7% as of March, according to the National Administrative Department for Statistics (Departamento Administrativo Nacional de Estadística, DANE).
The March stats were, however, still well above the 9.2% recorded in 2016, the first time since 2009 that a year-end figure had risen on the previous one.
Another indicative statistic emerged in March, when DANE reported that poverty rates rose marginally last year. Though a small increase – the rate jumped just 0.2 percentage points to 28% – this was the first upward movement in poverty since 2002.
DANE attributed the rise to higher poverty in urban areas, mainly the capital Bogotá, where the poverty rate rose from 9.1% to 10.6%. By contrast, it noted, rural poverty rates fell from 40.3% to 38.6%, possibly a result of urbanisation, or a rebound from the impact of the El Niño weather pattern in the first half of last year, which affected agricultural yields.