La combinación de regulaciones de visa más flexibles, nuevas rutas aéreas y mejoras en la infraestructura en curso, están logrando atraer un número cada vez mayor de visitantes extranjeros a Argentina, mejorando aún más las perspectivas de una industria del turismo que llegó a 52.500 millones de dólares el año pasado, y que está subiendo en su clasificación internacional.