México pretende mantener la IED en un rumbo estable

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La incertidumbre sobre la política estadounidense este año, incluyendo las propuestas para imponer tasas a las importaciones, probablemente afectará a la inversión extranjera en México, aunque esto podría compensarse a medio plazo por el interés de inversionistas de otros países.

Según un informe de mediados de febrero realizado por la Secretaría de Economía, la inversión extranjera directa (IED) en el país alcanzó los 26.740 millones de dólares en 2016, un 5,8% menos que el año anterior. Sin embargo, los resultados del cuarto trimestre fueron mejores de lo esperado: 5.730 millones de dólares, con una subida del 17% interanual.

A pesar de las preocupaciones de México por una política cambiante tras las elecciones presidenciales del pasado noviembre, los Estados Unidos siguió siendo su mayor fuente de IED, con un 38,9% del total, aunque con 14 puntos porcentuales menos que el año pasado, seguido por España (10,7%), Alemania (9%), Israel (7,5%) y Canadá (6,3%). Los Estados Unidos también se afianzaron como el mayor mercado de exportación de México, al representar cerca del 80% de sus ventas en el extranjero.

El sector manufacturero de México continuó atrayendo la mayor parte de la inversión, representando más del 60% de toda la IED en 2016, con alrededor de 16.000 millones de dólares.

Una perspectiva estable

Según Ildefonso Guajardo Villarreal, Secretario de Economía, se espera que los niveles de IED se mantengan estables este año. "Teniendo en cuenta los flujos de inversión que he observado, se podría mantener un nivel de inversión de alrededor de 25.000 millones de dólares en 2017", dijo a medios locales a mediados de enero.

También afirmó que unos mayores ingresos en telecomunicaciones y energía deberían ayudar a compensar las bajas afluencias en otros sectores y la cancelación de algunos proyectos clave, como una planta de 1.600 millones de dólares del fabricante de automóviles Ford.

Cualquier medida de los Estados Unidos para restringir el comercio será contrarrestada. Medidas tales como, un impuesto fronterizo del 20% sobre las importaciones mexicanas o a las compañías que trasladen ciertas operaciones fuera de Estados Unidos, un cambio de política propuesto por el presidente Donald Trump al comienzo del año.

"Está claro que tenemos que estar preparados para neutralizar inmediatamente el impacto de tal medida", añadió. "Y está muy claro cómo: adoptar una acción fiscal que claramente la neutralice".

A pesar de las probables barreras arancelarias del mayor socio comercial e inversor de México, Guajardo confía en que la IED se recuperará en 2018, aumentando la afluencia media anual a 30.000 millones de dólares, durante el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto.

Para alcanzar este objetivo, México necesita que 2018 se convierta en uno de sus mejores años: la IED durante los primeros cuatro años del mandato del presidente finalizó con 119.790 millones de dólares, un promedio de 30.000 millones al año.

Menos optimista fue Marco Oviedo, economista en jefe para la firma británica de servicios financieros Barclays en México, quien a mediados de febrero preveía un nuevo descenso de la IED en 2017, de hasta 4.000 millones de dólares norteamericanos.

Luz verde para la IED

A pesar de que las medidas políticas adversas podrían obstaculizar las inversiones procedentes de EE.UU., países más lejanos han mostrado interés en diferentes sectores de la economía mexicana.

A principios de febrero, el gobierno mexicano anunció una operación conjunta con el fabricante de automóviles chino JAC para construir una planta en el estado de Hidalgo destinada al montaje de vehículos utilitarios deportivos (VUD). La producción anual inicial será de 11.000 unidades, con fuertes probabilidades de ascender a 40.000 unidades, en una instalación de 212 millones de dólares, fruto de la asociación entre JAC y la empresa mexicana Giant Motors.

China también está aumentando su presencia en el sector energético de México, después de una flexibilización de las restricciones a las inversiones extranjeras en la industria del petróleo y el gas que comenzó en 2013.

China National Offshore Oil Corporation, empresa estatal china, fue uno de los 10 adjudicatarios en una subasta de concesiones de perforación en aguas profundas, el pasado diciembre. La inversión combinada, se espera que añada un promedio de 1.000 millones de dólares anuales a la IED de México en los próximos 35 años.

También a principios de febrero, los Estados Unidos y México acordaron acelerar las negociaciones para actualizar su acuerdo de libre comercio en dos rondas separadas, en abril y junio respectivamente. El comercio bilateral anual se ha duplicado en esta década hasta 2015, de 27.400 millones a 55.800 millones de dólares.

Aunque es poco probable que China y otros mercados sustituyan a Estados Unidos como la principal fuente de inversión extranjera directa de México, nuevas fuentes de inversión extranjera deberían ayudar a mitigar los riesgos de pérdidas producidos por las nuevas restricciones comerciales procedentes de Washington.

 

 

Mexico seeks to keep FDI on steady course 

En Español

Uncertainty over US policy, including proposals to impose a levy on imports, will likely impact Mexico’s foreign investment flows this year, though this could be offset in the medium term by investor interest from elsewhere.

According to a mid-February report by the Ministry of Economy, foreign direct investment (FDI) in the country reached $26.74bn in 2016, down 5.8% on the previous year. However, fourth quarter results were better than expected at $5.73bn, up 17% year-on-year.

Despite concerns over shifting policy with Mexico following the presidential election last November, the US continued to be the largest source of FDI, at 38.9% of the total – though this was down 14 percentage points on the previous year – followed by Spain (10.7%), Germany (9%), Israel (7.5%) and Canada (6.3%). The US also held fast as Mexico’s largest export market, making up about 80% of sales abroad.

Mexico’s manufacturing sector continued to draw the bulk of investment, accounting for more than 60% of all FDI in 2016, or about $16bn.

Steady outlook

FDI levels are expected to remain steady this year, according to Ildefonso Guajardo Villarreal, minister of economy. “Given the investment flows I have observed, I would expect that an investment level of around $25bn could be maintained in 2017,” he told local media in mid-January.

Higher inflows in telecoms and energy should help offset declines in other sectors and the cancellation of some headline projects, such as a $1.6bn plant by automobile manufacturer Ford, he said.

Any US moves to restrict trade – such as a 20% border tax on Mexican imports or companies that move certain operations outside the US, a policy shift proposed by President Donald Trump at the start of the year – would be countered, the minister said.

“It is clear we need to be prepared to immediately neutralise the impact of such a measure,” he added. “And it is very clear how: take a fiscal action that clearly neutralises it.”

Despite potential tariff barriers from Mexico’s largest trading and investment partner, Guajardo is confident that FDI would rebound in 2018, lifting average annual inflows to $30bn over the six-year term of President Enrique Peña Nieto.

To reach this target, Mexico would need 2018 to be one of its best years on record: FDI over the first four years of the president’s term totalled $119.79bn, an average of about $30bn a year.

Less optimistic was Marco Oviedo, chief Mexico economist for UK financial services firm Barclays, who in mid-February forecast a further dip in FDI in 2017, of up to $4bn.

Open doors to FDI

While adverse policy measures could stymie investment flows from the US, countries further afield have shown interest in a variety of sectors of the Mexican economy.

At the beginning of February the Mexican government announced a joint venture with Chinese car manufacturer JAC to build a plant in the state of Hidalgo for the assembly of SUVs. Initial annual production at the $212m facility – a partnership between JAC and Mexico’s Giant Motors – will be 11,000 units, potentially rising to 40,000.

China is also raising its profile in Mexico’s energy sector, following an easing of restrictions on overseas investments in the oil and gas industry that began in 2013.

State-owned China Offshore Oil Corporation was one of 10 successful bidders in an auction of deepwater drilling concessions last December. Combined investment in the fields is expected to add an average of $1bn annually to Mexico’s FDI over the next 35 years.

Also in early February, the EU and Mexico agreed to fast-track negotiations to update their free trade agreement in two separate rounds in April and June. Annual bilateral trade has nearly doubled in the decade to 2015, from $27.4bn to $55.8bn.

While China and other markets are unlikely to supplant the US as Mexico’s leading source of FDI, new sources of foreign investment should help mitigate the downside risks of new trade restrictions from Washington.

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