In Inglés
Las empresas privadas de infraestructura y construcción en América Latina están tratando de hacerse con un pedazo de la torta del recientemente anunciado proyecto de 9,100 millones de dólares para construir uno de los mayores aeropuertos del mundo en Ciudad de México.
El nuevo aeropuerto contará con una capacidad total proyectada de 120 millones de pasajeros de aquí a 2050 -cuatro veces la del actual Aeropuerto Internacional de Benito Juárez- que excederá por mucho el número de pasajeros que recibe uno de los más transitados del mundo, el de Heathrow en Londres. Se espera que este nuevo proyecto convierta a México en un centro regional de transporte aéreo, a la vez que proporcione empleo a unas 160,000 personas únicamente en la fase de su construcción.
El presidente Enrique Peña anunció a comienzos de septiembre la construcción del aeropuerto en Ciudad de México, en un área 555,000 metros cuadrados. Se afirma que el proyecto sería también uno de los más ecológicos jamás construidos, con el aeropuerto entero contenido en una sola terminal. El gigantesco proyecto, así como planes para construir otros dos aeroparques regionales, servirá para impulsar el crecimiento nacional y regional, ofreciendo, además, un significativo potencial para la inversión extranjera directa (IED).
Recuperación económica
La iniciativa supondrá un celebrado impulso para la economía tras que el IED cayera a los 9,700 millones de dólares en el primer semestre de 2014, un descenso del 59% interanual según el ministerio de Economía de México. Esto se debe en parte a la adquisición por parte de la gigante cervecera con sede en Bélgica Anheuser Busch InBev del mexicano Grupo Modelo, que supuso un total de más de 13,000 millones de dólares en la primera mitad de 2013, según señaló el ministerio.
La economía mexicana se ha mostrado titubeante en el último año, con un crecimiento de 1,1% -el índice más bajo desde la recesión de 2009- debido al impago de deuda por parte de los mayores constructores de viviendas del país y por un retraso en el gasto público como resultado de la transición presidencial. Sin embargo, el gobierno incrementó su gasto en 9,7% de manera efectiva en la primera mitad de 2014 y la industria de la construcción creció por primera vez en 19 meses durante el mismo período.
La operadora de aeropuertos ASA (Aeropuertos y Servicios Auxiliares) ya está buscando ofertas de compañías interesadas en participar en los estudios previos a la inversión y se espera que la actividad inversora se dispare.
“El sector privado valora positivamente el anuncio y espera conocer más sobre el alcance del proyecto y la inversión necesaria”, afirmó a la prensa local Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente de la importante asociación gremial del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
Refuerzo en infraestructura
El anuncio del aeropuerto llega en un momento oportuno. En octubre la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de la ONU (CEPAL) instó a los países de la región a duplicar su inversión en infraestructura en los próximos seis años para alcanzar sus metas económicas.
Sobre la base del análisis del gasto en infraestructura en el período de 1980-2012, la CEPAL, con sede en Santiago, apuntó a que la región debería estar invirtiendo aproximadamente unos 32,000 millones de dólares al año, un 6,2% de su PIB anual, para renovar sus instalaciones en las áreas de transporte, energía, telecomunicaciones, agua y sanidad.
La cifra incluye el gasto tanto del gobierno como del sector privado. El gasto total en infraestructura en la región ha supuesto un promedio de un 2,7% del PIB anual en la última década, según señaló el organismo.
El aeropuerto, que se espera alcance una capacidad para 52 millones de pasajeros para 2020, está diseñado para poder expandirse a seis pistas para 2062. También estará vinculado a un proyecto de urbanización a gran escala de hoteles, tiendas y servicios, bautizado con el nombre de Ciudad Futura (Future City), que incluirá una red de transporte metropolitano, centros comerciales, desarrollo urbanístico, un corredor industrial y áreas de reserva ecológicas.
La ampliación de las instalaciones será un alivio para el congestionado tráfico aéreo de la Ciudad de México. El actual aeropuerto, el segundo mayor de América Latina en el tránsito de pasajeros, opera casi a su máxima capacidad de 32 millones de personas, según el centro de investigación Instituto Mexicano de Competitividad. En 2013 el aeropuerto registró casi 390.000 despegues y aterrizajes, habiendo sido construido para dar cabida sólo a 340,000, apuntó el instituto.
Cimientos sólidos
El nuevo aeropuerto, con forma de X y diseñado por el arquitecto británico Norman Foster y Fernando Romero Enterprise, con sede en México, se está promocionado como el más ecológico del mundo. La estructura en forma de cúpula funcionará como un pequeño parque de energía solar, mientras que su sistema de ventilación natural eliminará la necesidad de calefacción o refrigeración adicional durante la mayor parte del año. Todas las terminales se albergarán en una única estructura masiva, ahorrando en el uso de energía al eliminar la necesidad de utilizar buses o trenes dentro del aeropuerto.
“La reinvención de la terminal convencional del aeropuerto de Stansted en 1990 fue imitada en todo el mundo; este proyecto rompe con ese modelo por primera vez. Propone el nuevo concepto pionero de un aeropuerto contenido en un único recinto de gran envergadura”, afirmó Foster.
El proyecto constituye el segundo intento de México de construir un nuevo aeropuerto para la capital. Los planes para otra terminal aérea fueron presentados en 2002, pero abandonados después de que estallaran violentos enfrentamientos tras la expropiación por parte del gobierno de los terrenos de los agricultores y granjeros cercanos. Para evitar problemas de este tipo el nuevo aeródromo se construirá en tierras de propiedad gubernamental.
Sin embargo, el proyecto está generando algunas dudas acerca de la idoneidad del terreno – el proyecto será construido alrededor del lago Texcoco –en su mayoría seco- debido a la inestable composición del suelo y al alto riesgo de inundaciones.
El diseño del aeropuerto, basado en el uso de arcos y en una estructura ligera de membranas reticulares o gridshell, será prefabricado y construido sin andamios. Pero los expertos apuntan a cuestiones como la sobreexplotación de los acuíferos que ha generado grietas en el suelo, lo que ha llevado a políticos como Alfonso Guillermo Álvarez Bravo Malo, miembro del mayor partido de la oposición, el Partido Acción Nacional (PAN) a solicitar una investigación completa sobre la viabilidad del suelo y el terreno antes de que comiencen los trabajos.
Mexico gets a buzz from massive airport project
In Spanish
Private construction and infrastructure companies in Latin America are looking to win a slice of the recently-unveiled $9.1bn project to build one of the world's largest airports in Mexico City.
With a total capacity of 120m passengers a year projected by 2050, it is almost four times larger than the existing Benito Juarez International Airport and will far exceed passenger numbers at one of the world’s busiest airports, London's Heathrow. It is hoped the new airport will turn Mexico into a regional hub for air travel, while providing employment for 160,000 people during the construction phase alone.
The announcement, to build a 555,000-square metre airport in Mexico City, was made by President Enrique Peña Nieto in early September. The project is claimed to be one of the most sustainable ever built, with the entire airport to be housed in a single terminal. The mammoth project, together with two other regional airport plans, is seen as a windfall for national and regional economic growth, offering significant potential for foreign direct investment (FDI).
Economic recovery
This will be a welcome boost to the economy after FDI fell to $9.7bn in the first half of 2014, a 59% decrease year-on-year according to the Mexican Economy Ministry. This was due in part to the Belgian-based brewing giant Anheuser Busch InBev's takeover of Mexican peer Grupo Modelo, which added more than $13bn to the total in the first half of 2013, the ministry said.
Mexico’s economy faltered last year, growing by 1.1% − the least since the 2009 recession − due to debt defaults by the nation’s largest homebuilders and a lag in public spending due to the presidential transition. However, the government increased expenditure by 9.7% in real terms in the first half of 2014 and the construction industry expanded for the first time in 19 months during the same period.
The airports operator Airports and Auxiliary Services (Aeropuertos y Servicios Auxiliares, ASA) is already seeking bids from companies interested in participating in the pre-investment studies as investment activity is expected to surge.
“The private sector welcomes the announcement and expects to learn more about the scope of the project and required investment,” Gerardo Gutiérrez Candiani, president of the prominent business association, Business Coordination Counsel (Consejo Coordinador Empresarial, CCE), told local media.
Capacity relief
The airport announcement is timely. In October, the UN Economic Commission for Latin America and the Caribbean (ECLAC) called on countries in the region to double their investment in infrastructure over the next six years to meet economic needs.
Based on its analysis of infrastructure expenditures in the 1980-2012 period, Santiago-based ECLAC said the region should be investing roughly $320bn a year, or 6.2% of annual GDP, to upgrade capabilities in the areas of transportation, energy, telecommunications, water and sanitation.
The figure includes spending by both the government and the private sector. Total infrastructure spending in the region over the past decade has averaged 2.7% of annual GDP, the Commission noted.
The airport, which is expected to reach a capacity of 52m passengers by 2020, is designed to be able to expand up to six runways by 2062. It will also be linked to a large-scale urbanisation project of hotels, mall and services, known as Future City, which will include a metropolitan transport network, commercial centres, urban developments, an industrial corridor and ecological reserve areas.
The extended capacity will be a relief for Mexico City's busy air traffic. The existing airport - the second busiest in Latin America for passenger travel - is operating at close to its full capacity of 32m passengers according to the Mexican Institute on Competitiveness, a research centre. The airport had nearly 390,000 take-offs and landings in 2013, but was built to accommodate only 340,000, it noted.
Strong foundations
The X-shaped new airport, designed by Britain’s Norman Foster and Mexico-based Fernando Romero Enterprise, is being promoted as the world’s most sustainable. The dome-like structure will function as a solar energy farm, while its natural ventilation system will eliminate the need for additional heating or cooling for most of the year. All terminals will be housed within a single massive structure, saving on energy use by eliminating the need for buses or trains to travel within the airport.
“Stansted Airport’s reinvention of the conventional terminal in the 1990s was emulated worldwide – this breaks with that model for the first time. It pioneers a new concept for a large-span, single airport enclosure...,” said Foster.
The project is Mexico's second attempt to build a new airport in the capital. Plans for another airport were introduced in 2002, but the project was dropped after violent clashes broke out when the government started to expropriate land from nearby farmers. To avoid such problems the new airport will be built on government land.
However questions have been raised over the suitability of the land – with the airport to be located around the largely dry Lake Texcoco – due to the unstable composition of the soil and a high-risk of flooding.
The airport design, based on arches and a lightweight ‘gridshell’ structure, will be prefabricated and constructed without scaffolding. But experts point to issues such as the over-exploitation of aquifers that has generated cracks in the soil, prompting politicians such as Alfonso Guillermo Alvarez Bravo Malo, a member of Mexico’s biggest opposition party, National Action Party (Partido Acción Nacional, PAN), to call for a full investigation into the viability of the soil and ground before work begins.