En la última década, el sector industrial y de manufactura peruano se ha expandido sostenidamente junto con su creciente economía. Se espera que la economía siga creciendo a paso fuerte (se prevé un crecimiento de entre 6% y 7% en 2011), por lo que el sector de manufactura debería recuperarse del difícil período que siguió a la crisis financiera internacional. El sector engloba varías áreas prometedoras, como textiles, producción de alimentos y agricultura, y servicios de valor añadido que derivan del desarrollo de su amplio sector minero.
Según el Ministerio de la Producción, el sector manufacturero peruano creció casi un 10% entre enero y mayo de este año, en comparación con el mismo período en 2010. Perú es el mayor productor de plata del mundo, el segundo mayor productor de zinc y cobre, y el mayor productor de oro en Sudamérica. Estas ventajas inherentes, junto con una inversión prevista de alrededor de $41.900 millones en el sector minero, le dará al Perú la oportunidad de ampliar la contribución de su sector manufacturero a la economía del país al derivar un mayor valor de la riqueza de sus recursos naturales.
Entre 2001 y 2008, el sector de manufactura representaba aproximadamente el 6,6% del PBI, alcanzando el mayor porcentaje de la década en el 2008 con un 11,1%, cuando tuvo la segunda mayor tasa de crecimiento, luego del sector de construcción. Sin embargo, según cifras del Ministerio de la Producción, durante este mismo periodo las exportaciones de manufactura sufrieron un declive de cinco años, cayendo del 22,5% de las exportaciones totales en 2001 a 14% en 2006.
Algunos expertos de la industria consideran que esta caída en las exportaciones de manufacturas puede ser explicada en parte por un crecimiento en la exportación de minerales, que llegó a alcanzar más del 60% del total de las exportaciones. Desde el 2006 esta cifra se ha incrementado ligeramente, y en 2009 las exportaciones de manufacturas alcanzaron el 16,4% del total de exportaciones.
El sector de manufactura primario del Perú, que consiste de refinerías de azúcar, minerales, harina y petróleo, entre otros, creció casi 15% entre enero y mayo del presente año, comparado con el mismo periodo del año anterior, según el Ministerio de la Producción. El sector de manufactura no primario, que incluye muebles, plásticos, textiles, cemento y automóviles, entre otros, creció a un ritmo menos acelerado de 9% durante el mismo periodo.
Pedro Olaechea, presidente de la Sociedad Nacional de Industrias, recientemente habló sobre el variado sector de manufactura. “En la actualidad hay 78.246 empresas manufactureras en el Perú, que vienen produciendo productos alimenticios, prendas de vestir, piezas de metal, maquinarias, muebles, etcétera, lo cual demuestras que somos varios sectores especializados”, dijo a la prensa local.
Mientras que todo se mantiene invariable en el sector privado, los cambios en el sector público se han dado en todo el gobierno en las últimas semanas. El 29 de julio, el recién presidente Ollanta Humala tomó juramento a Kurt Burneo Farfán como el nuevo Ministro de la Producción, uno entre una serie de nuevas designaciones.
Desde su nombramiento, Burneo ha estado formulando una estrategia para ampliar el sector industrial y de manufactura. En una declaración a la prensa nacional, resaltó la necesidad de expandir el sector de las ya numerosas medianas y pequeñas empresas (MYPE). “Las MYPEs explican casi el 50% de todo el PBI, explican el 75% del empleo privado y representan 98% del número de empresas”, dijo. Enfatizó que su oficina trabajaría agresivamente para promover y ayudar a las MYPEs y reiteró la importancia estratégica de trabajar lado a lado con el sector privado.
La mayor parte de las MYPEs, 2.3 millones de un total de 4 millones, no tienen acceso al crédito, por lo que un aspecto importante de promover el crecimiento de las MYPEs será impulsar su habilidad para acceder a opciones financieras. En este aspecto, el gobierno ha dado al Banco de la Nación la responsabilidad de proporcionar créditos a las MYPEs y también ha sugerido la creación del Banco MyPe que operará bajo supervisión del banco para facilitar un mayor acceso al crédito. No está claro en qué medida la banca privada seguiría este ejemplo.
Cuando el Presidente Humala asumió el mando el 28 de julio, en Perú se inauguró una nueva era política y también se enfatizó la continuidad de la expansión económica: todavía se prevé que el Perú sea la economía de mejor desarrollo en Latinoamérica este año, según el Fondo Monetario Internacional.
El creciente y sólido sector de manufactura del país proporciona un gran aporte a dicho crecimiento, tendencia que se mantendrá o incluso se acelerará, especialmente si Perú consigue aprovechar sus riquezas en recursos naturales de manera efectiva a través de la incorporación de instalaciones de manufactura de valor agregado.
Peru: Expansion in manufacturing
Over the last decade Peru’s industrial and manufacturing sector has expanded steadily alongside the rise in its wider economy. With economic growth anticipated to continue at a strong pace – growth is expected to be between 6% and 7% in 2011 – the nation’s manufacturing sector should rebound from the difficult period that followed the global financial crisis. The sector holds several areas of promise, including textiles, food and agricultural manufacturing and value-added services stemming from the development of its vast mining sector.
According to the Ministry of Production (MoP), Peru’s manufacturing sector grew nearly 10% between January and May of this year, compared to the same period in 2010. Indeed, Peru is the largest global producer of silver, the second-biggest producer of zinc and copper, and South America’s largest producer of gold. These inherent advantages, combined with the $41.9bn worth of planned investments in the mining sector, will give Peru the opportunity to enhance the contribution of its manufacturing sector to the overall economy by deriving greater value from its wealth of natural resources.
From 2001 to 2008 manufacturing in Peru represented roughly 6.6% of GDP, reaching a decade high of 11.1% in 2008, when it had the second-largest growth rate, following construction. However, according to figures from the MoP, during this same period manufacturing exports experienced a five-year decline, falling from 22.5% of total exports in 2001 to 14% in 2006.
Some industry experts argue this drop in manufactured exports can partly be explained by growth in the country’s exports of raw minerals, which account for more than 60% of total exports. Since 2006 this figure has rebounded slightly, and in 2009 manufactured exports represented 16.4% of the total.
Peru’s primary manufacturing sector, which consists of refineries dedicated to sugar, raw minerals, flour and petroleum, among other things, grew nearly 15% between January and May of this year, compared to the same period last year, according to the MoP. Peru’s non-primary manufacturing sector, which includes, furniture, plastics, textiles, cement and automobiles, among others, grew at the slower pace of 9% during the same period.
Pedro Olaechea, the president of the National Society of Industries, recently commented on the diverse manufacturing sector, telling local press, “There are currently 78,246 manufacturing businesses in Peru, businesses which primarily come from producing food products, articles of clothing, metals, machineries, movable parts, etc... [These] display the wide variety of specialisations in the country”.
While it is business as usual within the private sector, public sector changes have swept the government in recent weeks. On July 29 recently inaugurated President Ollanta Humala swore in Kurt Burneo Farfán as Peru’s new minister of production, one of a series of new appointments.
Since his appointment Burneo has been formulating his strategy to enlarge the industrial and manufacturing sector. In a statement to domestic press he highlighted the need to further expand Peru’s already considerable small and medium-sized enterprise (SME) sector, stating, “[SMEs] alone account for 50% of GDP. Moreover, they account for 75% of employment and 98% of businesses in the country”. He stressed that his office would work aggressively to promote and aid SMEs and reiterated the strategic importance of working closely with the private sector.
The majority of the country’s SMEs, 2.3m out of a total of 4m, do not have access to credit, so an important aspect of promoting SME growth will be boosting their ability to access financing options. In this regard, the government has given responsibility to state-run Banco de la Nación to provide credit to SMEs and has also suggested the creation of “Banco MyPe” to operate under the bank to facilitate greater credit access. It is unclear as of yet to what extent private banks will follow suit.
When President Humala took office on July 28, Peru both inaugurated a new era in politics and emphasised continued economic expansion: Peru is still predicted to have the strongest economic growth in Latin America this year, according to the International Monetary Fund.
The country’s robust and growing manufacturing sector already contributes significantly to that growth, a trend that will continue, if not increase in pace – especially if Peru can effectively leverage its wealth in natural resources through the addition of value-added manufacturing facilities.