Revisión del año 2016 en México

Text size +-
Share

In English

El lento crecimiento y la incertidumbre de las políticas entrantes de Donald Trump en la economía, que se prevé el tema más importante del 2017, contrarrestaron la mejora en las cifras de empleo y el alto rendimiento de una serie de sectores clave.

Mientras que se esperaba un ligero crecimiento anual del PIB de 2,1% a 2,5% para 2015 de acuerdo con el FMI, la percepción de los inversores se mantuvo firme, impulsado por la decisión del gobierno de poner en marcha un programa de reformas estructurales.

Sin embargo, el resultado de las elecciones de los Estados Unidos en noviembre afectó a la economía, devaluando el peso mexicano e incrementando la previsión de las rebajas de la calificación crediticia para el próximo año.

Tiempos de incertidumbre

A principios de diciembre, la agencia de calificación Fitch siguiendo los mismos pasos que las agencias Moody’s y Standard & Poor’s, ajustó sus predicciones sobre el futuro de la economía de México de estable a negativa.

La agencia se mostró preocupada al observar que los Estados Unidos podrían restringirle a México el acceso sin aranceles a su mercado vecino como consecuencia de modificaciones en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

“Los intentos de renegociar el TLCAN o impedir la subcontratación de actividades en México desde los Estados Unidos podría resultar perjudiciales para el sector de la exportación manufactureras y afectar de forma negativa en el empleo, en las inversiones (entre las que se incluye la inversión extranjera directa) y el crecimiento de México”, ha advertido Fitch. En la actualidad, México cuenta con un valor total de exportaciones hacia Estados Unidos de un 80 %.

Las tres agencias dijeron que esperaban que la calificación de México fuese revisada en el 2017, debido a la incertidumbre derivada, por un lado, del crecimiento y; por otro, de la incertidumbre que la futura administración estadounidense genera en cuanto a su impacto potencial sobre la economía de México.

México ha comenzado a percatarse de la importancia de los reajustes de las políticas que se pretende llevar a cabo al norte de su frontera. El precio de las permutas de riesgo crediticio (CDS) ha alcanzado un 11% desde las elecciones estadounidenses y amenazan con empujar aún más los costes de endeudamiento en el extranjero.

Bases sólidas

Sin embargo, mientras que las dudas se ciernen sobre el futuro de las relaciones comerciales entre México y los Estados Unidos en el 2017, los representantes de la industria se muestran bastante optimistas. Algunos destacan que el TLCAN necesita modificaciones, mientras que otros señalan que los cambios en el tratado podrían incentivar a que México entable relaciones comerciales con otros países.

 “Si el TLCAN se actualiza, estoy seguro de que eso ayudará a que haya un mayor desarrollo en México”, comentaba a OBG Carlos Rojo, CEO de la empresa de servicios financieros Grupo Financiero Interacciones. “Sin embargo, mirando al futuro, en el improbable caso de que el presidente electo Trump decida anularlo por completo, considero que México, en su lugar, podría esforzarse en fomentar relaciones comerciales más fuertes con otros países, a la vez que fortalecer su economía interna”.

La inversión extranjera directa sigue siendo fuerte con una tendencia que ha visto su máximo histórico de entradas de capital de 33 mil millones de dólares de media al año desde 2014.

Muchos de los principales indicadores de México parecían acertados a finales del 2016. De acuerdo con los datos obtenidos en el Instituto Nacional de Estadística en noviembre, el desempleo había caído un 3,6% a finales de octubre alcanzando el nivel más bajo de los últimos nueve años.

La inflación también siguió siendo relativamente estable en el 2016. El IPC había crecido un 3,31% interanual en noviembre, creciendo un 2,61% a principios del año. En este último informe de previsiones, el FMI dijo que esperaba que los precios al consumo aumentaran un 3,3% antes del ligero estancamiento de un 3% para el 2018.

Al menos alguno de los cambios en los precios fue causado por una caída en el poder adquisitivo del peso, la moneda local se devaluó alrededor del 12% justo después de las elecciones estadounidenses y el precio al cambio se mantuvo a poco más de 20 pesos por dólar a mediados de noviembre.

El banco de México aumentó su tipo de interés más importante a 50 puntos básicos lo que significa un 5,75% para mediados de diciembre, de esta forma se señala su quinta subida en 2016. El banco central ha subido ahora su tipo de interés a 275 puntos básicos desde el aumento inicial de los tipos de los Estados Unidos, puesta en marcha en diciembre de 2015. Un peso más débil se añadirá a la factura de importación de México y es probable que contribuya a aumentar los costes y la inflación en el próximo año.

La industria sigue avanzando

Los sectores clave de la economía se mantienen resilientes en 2016 y una vez más la industria automovilística de México demostró una alta rentabilidad, manteniendo su posición como el séptimo mayor productor y el cuarto mayor exportador de coches.

Sin embargo, a las advertencias del presidente electo Donald Trump de que los fabricantes de automóviles estadounidenses deberían estar sujetos a impuestos más elevados sobre los vehículos fabricados en México, le han seguido las noticias de principios de enero cuando Ford canceló su plan para construir una fábrica de 1,6 mil millones de dólares en San Luis Potosí.

Aunque es poco probable que el fabricante estadounidense siga invirtiendo en México, la marca japonesa Nissan y las alemanas Mercedes-Benz y BMW han expresado sus planes de inversión para el 2017 y 2018 en México.

Los planes para centrar la atención en la producción manufacturera del valor añadido también están progresando con segmentos como la manufactura aeroespacial preparada para un mayor desarrollo.

 

 

Mexico Year in Review 2016

En Español

Improving employment figures and the strong performance of a number of key sectors were offset by slower growth and uncertainty over the impact of the incoming Donald Trump administration on the economy, which is set to be a major theme in 2017.

While GDP growth for the year was expected to ease slightly to around 2.1% from 2.5% in 2015, according to the IMF, investor sentiment remained strong, buoyed by the government’s decision to begin implementing an ambitious programme of structural reforms.

However, the US election result in November sent ripples through the economy, driving down the peso and raising the prospect of ratings downgrades in the new year.

Uncertain times

Early December saw Fitch follow in the footsteps of fellow ratings agencies Moody’s and Standard & Poor’s by revising its outlook for the Mexican economy from stable to negative.

The agency cited particular concerns that the US could reduce Mexico’s tariff-free access to its neighbour’s market by making changes to the North American Free Trade Agreement (NAFTA).

“Attempts to renegotiate NAFTA or hinder the outsourcing of activity from the US to Mexico could prove to be disruptive for the Mexican manufacturing export sector and adversely impact employment, investment – including foreign direct investment – and the country’s growth,” Fitch cautioned. At present, 80% of Mexico’s total exports are purchased by the US.

All three agencies said they expected Mexico’s rating to be reviewed in 2017, on the back of uncertainty related to growth and the potential impact of the incoming US administration on the country’s economy.

Mexico is already feeling the weight of concerns over policy realignments north of the border. Pricing on credit default swaps has risen 11% since the US election and is threatening to push up overseas borrowing costs further still.

Solid foundations

However, while question marks hang over future US-Mexico trading relations going into 2017, industry players remained broadly upbeat. Some point out that NAFTA was due an overhaul, while others note that changes to the agreement could spur Mexico into building stronger trade relations with other countries.

“If it [NAFTA] is modernised, I am certain that would help the country to develop even further,” Carlos Rojo, CEO of financial services company Grupo Financiero Interacciones, told OBG. “However, looking ahead, in the unlikely event that [President-elect] Trump chooses to void it altogether, I believe that Mexico could, instead, focus its efforts on fostering stronger trade relations with other countries, while also bolstering the internal economy.”

Foreign direct investment remained strong, continuing a trend that has seen inflows reach historic highs of $33bn per year on average since 2014.

Many of the country’s key indicators also looked sound towards the end of 2016. Unemployment had fallen to 3.6% by the end of October, according to data issued by the National Statistics Institute in November, marking its lowest level in nine years.

Inflation, too, remained relatively stable in 2016. The consumer price index had risen 3.31% year-on-year as of November, having edged up from 2.61% at the beginning of the year. In its latest global outlook report, the IMF said it expected consumer prices to increase by 3.3%, before cooling slightly in 2018 to 3%.

At least some of the change in prices was caused by a drop in the peso’s buying power: the local currency depreciated by around 12% following the US election and was trading at just over 20 pesos to the dollar in mid-November.

The Bank of Mexico raised its key rate by 50 basis points to 5.75% in mid-December, in what marked its fifth hike of 2016. The central bank has now raised its rate by 275 basis points since the US’s initial rate increase, implemented in December 2015. A weaker peso will add to Mexico’s import bill and is likely to contribute to higher costs and inflation in the new year.

Industry marches on

Key sectors of the economy remained resilient in 2016, and Mexico’s auto industry performed strongly once again, reaffirming its position as the seventh-largest producer and fourth-largest exporter of cars.

However, warnings from President-elect Trump that US carmakers would be subject to higher taxes on vehicles built in Mexico were followed by the news in early January that Ford had cancelled its plan to build a $1.6bn factory in San Luis Potosi.

While the US manufacturer is unlikely to keep investing in the country, Japan’s Nissan and Germany’s Mercedes-Benz and BMW have indicated plans to invest in Mexico in 2017 and 2018.

Plans to sharpen the focus on value-added manufacturing are also progressing, with segments such as aerospace manufacturing primed for further development.

Covid-19 Economic Impact Assessments

Stay updated on how some of the world’s most promising markets are being affected by the Covid-19 pandemic, and what actions governments and private businesses are taking to mitigate challenges and ensure their long-term growth story continues.

Register now and also receive a complimentary 2-month licence to the OBG Research Terminal.

Register Here×

Product successfully added to shopping cart

Read Next:

In Mexico

Focus Report: How Mexico’s digital economy benefits from North...

Amid an uncertain global economic outlook, Mexico has positioned itself as a strategic centre of production, innovation and consumption in the digital economy.

In Economy

Jordan: A new investment landscape

With efforts to accelerate the pace of economic growth and boost domestic employment taking centre stage under the new government of Prime Minister Marouf Bakhit, a new law is under discussion...

Latest

Turkey's Prime Minister Ecevit in the US

The Turkish Prime Minister Bulent Ecevit has spent the last week in the US hoping to garner support for economic reforms at home and trade concessions for Turkish exports to the US.