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Si bien el crecimiento de la economía mexicana se desaceleró durante el año 2013, un importante paquete de reformas ha sentado las bases del crecimiento para el futuro, incluso en el decisivo sector de la energía.
Las últimas proyecciones del Banco de México prevén un incremento del PIB del 0.9 al 1.4 % para el 2013, cifra que se encuentra por debajo del pronóstico anterior que oscilaba entre el 2.3% y el 3.5%, alcanzado en los tres años anteriores. El mercado de valores también tuvo un año de bajo desempeño, con el índice más importante, el IPC, perdiendo el 2.3% en 2013.
Necesidad de reforma
Los economistas del FMI y de la Reserva Federal de EE.UU. han sugerido que a medida que aumenta la competencia global entre los mercados emergentes, será necesaria la implementación de reformas modernizadoras para impulsar una segunda ola de crecimiento. El presidente Enrique Peña Nieto ha respondido a este imperativo en su primer año de gobierno en el cargo.
El Pacto por México es el nombre otorgado por Peña Nieto al amplio paquete de reformas económicas y políticas que ocuparon al gobierno durante buena parte del año anterior. En junio, el presidente firmó un proyecto de reforma a la ley de telecomunicaciones y difusión destinado a promover la competencia en ambos sectores, los cuales están dominados por América Móvil, de Carlos Slim, y Televisa, de Emilio Azcárraga. Las "leyes secundarias " requeridas para dar cuerpo a los detalles del procedimiento de la reforma aún se encuentran pendientes, pero se espera que el Congreso logre pasarlas a principios del 2014.
En el mes de septiembre, el gobierno recurrió a la reforma a la educación. A pesar de que los sindicatos de maestros protestaron, la gran mayoría del Congreso aprobó la última ley secundaria para la implementación de la reforma del presidente. La ley ha sido diseñada para reducir el poder del principal sindicato de maestros del país, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, así como para mejorar sus resultados educativos, que actualmente están entre los peores de la OCDE. Algunos representantes de los negocios internacionales se quejan de la falta de mano de obra calificada en el país, debido a lo cual el rezagado sistema educativo mexicano ha sido percibido como un desincentivo a la inversión extranjera. En el largo plazo, las reformas a la educación pueden ayudar a aliviar este déficit.
En el mes de septiembre, posteriormente, Peña Nieto dio a conocer su propuesta de reforma fiscal, destinada a aumentar la anémica recaudación tributaria de México, conocida por ser la más baja entre los países miembros de la OCDE con respecto al PIB. La reforma elevó los impuestos a las rentas más altas, terminó algunas exenciones corporativas, estableció un nuevo impuesto a las ganancias de capital y aligeró un poco la pesada carga fiscal de la compañía estatal Petróleos Mexicanos (Pemex). Sin embargo, la reforma no llegó a la imposición de un nuevo impuesto al valor agregado de los alimentos y las medicinas, una propuesta inicial que se esperaba estuviese entre las medidas más eficaces de la reforma para aumentar los ingresos. Algunos analistas vieron en el hundimiento de la propuesta un acto de conveniencia política, diseñado para facilitar el camino de la más ambiciosa iniciativa de Peña Nieto: la reforma energética.
La polémica reforma energética, aprobada en el mes de diciembre, abrirá la industria petrolera - nacionalizada en 1938 - a la inversión extranjera. Se espera que a raíz de la reforma aumente la producción de petróleo, la cual ha caído en picada durante la última década debido, en parte, al limitado capital disponible de Pemex para la reinversión. Es bastante probable que el impacto de la reforma energética sea significativo e inmediato. Según un informe de JPMorgan Chase, la reforma puede atraer nuevas inversiones extranjeras por un valor aproximado de US$15 mil millones anuales e impulsar el crecimiento del PIB en medio punto porcentual.
Las modernizadoras reformas de Peña Nieto son el tipo de legislación que los mercados emergentes deberán implementar para seguir siendo competitivos y mantener el crecimiento a largo plazo. Particularmente, la reforma energética podría pagar dividendos importantes. Aparte de atraer nuevas inversiones extranjeras, podría también impulsar la competitividad industrial al reducir el costo de los servicios públicos y estimular el crecimiento del país permitiendo que el gobierno aumente el gasto público, pues en la actualidad sus ingresos son bajos.
De cara al futuro
Se espera que el aumento del gasto público contribuya a una modesta recuperación económica en el 2014, pues el Banco Central prevé un crecimiento que oscila entre el 3% y el 4%. Si bien es probable que las reformas del Pacto por México generen nuevas oportunidades en la industria de telecomunicaciones, difusión y petróleo, todavía están pendientes otros sectores como la industria técnico- manufacturera ( México ha recibido más inversión extranjera directa en el sector aeroespacial que cualquier otro país en los últimos años) y el sector de servicios empresariales (Santander y Ericsson , entre otras multinacionales , han creado enormes centros de llamadas en México que prestan servicios a todos los mercados en las Américas).
Luego de recortar las tasas de interés en dos ocasiones después de un segundo trimestre de contracción del PIB, el Banco de México mantuvo estables las tasas para finales del año 2013 en virtud de los ligeros signos de recuperación. "Estamos observando elementos que indican que la economía se está recuperando y que debería mostrar un mayor desempeño en el futuro", dijo Agustín Carstens, titular del Banco Central, en el mes de noviembre. Después de un año de magros resultados económicos y agitación política, los inversionistas parecen estar saliendo de la tormenta para dirigirse a un mejor año 2014.
Mexico Year in Review 2013
While the Mexican economy slowed during 2013, an important package of reforms has set the stage for future expansion, including in the key energy sector.
The latest projections from the Banco de Mexico predict GDP growth of 0.9-1.4% for 2013, down from its earlier forecast of 2-3% and well off the 3-5% achieved in the previous three years. The stock market also had a lacklustre year, with the primary index, the IPC, losing 2.3% in 2013.
Need for reform
Economists at the IMF and the US Federal Reserve have suggested that as global competition has increased among emerging markets, modernising reforms will be needed to spur a second round of growth. President Enrique Peña Nieto has responded to this imperative in his first full year in office.
Peña Nieto’s Pact for Mexico, the name for his package of sweeping economic and political reforms, occupied the government for much of the year. In June the president signed into law a telecommunications and broadcast reform bill designed to promote competition in those industries, which are dominated by Carlos Slim’s América Móvil and Emilio Azcárraga’s s Televisa. “Secondary laws” needed to flesh out the reform’s procedural details are still pending, but Congress is expected to pass them in early 2014.
In September, the government turned to education reform. As teachers’ unions protested, a large majority of Congress passed the final secondary law implementing the president’s reform. The law is designed to reduce the power of the leading teachers’ union, the National Union of Education Workers, and improve education outcomes, which today are among the OECD’s worst. Mexico’s lagging education system has been seen as a disincentive to foreign investment, with some international business leaders complaining of a lack of highly-skilled labour in the country. In the long run, the reforms may help alleviate this shortfall.
Later in September, Peña Nieto unveiled his proposal for fiscal reform, aimed at increasing Mexico’s anaemic tax take, the lowest among OECD member states as a share of GDP. The reform raised taxes on high earners, ended some corporate exemptions, established a new capital gains tax and relieved some of the fiscal burden on Petróleos Mexicanos (Pemex), the heavily taxed state oil company. However, the reform stopped short of levying a new value-added tax on food and medicine, an early proposal that was expected to be among the reform’s most effective measures for raising revenue. Some analysts saw the watering down of the bill as an act of political expediency, designed to ease the way for Peña Nieto’s most ambitious initiative of the year: energy reform.
The highly controversial energy reform, passed in December, will open up the oil industry – nationalised in 1938 – to foreign investment. It is expected to boost oil production, which has dropped precipitously over the last decade due, in part, to Pemex’s limited capital available for reinvestment. The energy reform’s impact is likely to be significant and immediate. According to a JPMorgan Chase report, the reform may bring in as much as $15bn annually of new foreign investment and boost GDP growth by half a percentage point.
Peña Nieto’s modernising reforms are the kind of legislation emerging markets will need to remain competitive and sustain long-term growth. The energy reform in particular could pay important dividends. Apart from attracting new foreign investment, it may boost manufacturing competitiveness by lowering utility costs and spur growth by enabling Mexico’s cash-strapped government to step up public spending.
Looking ahead
An increase in government expenditure is expected to contribute to a modest economic rebound in 2014, with the central bank forecasting growth of between 3% and 4%. While the Pact for Mexico reforms are likely to produce new opportunities in the telecommunications, broadcast and oil industries, additional sectors to watch include the technical manufacturing industry (Mexico has received more foreign direct investment in aerospace than any other country in recent years) and the business services sector (Santander and Ericsson, among other multinationals, have set up enormous call centres in Mexico serving all markets in the Americas).
After cutting interest rates twice following a second-quarter contraction in GDP, the central bank kept rates steady in late 2013, given signs of a nascent recovery. “We are seeing elements that indicate that the economy is rebounding and that it should take on greater lustre going forward,” said Agustín Carstens, head of the central bank, in November. After a year of disappointing economic performance and political upheaval, investors would be advised to ride out the storm in anticipation of a smoother 2014.
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