In English
El aumento de la producción en un número de sectores clave y la demanda cada vez mayor por parte del consumidor se constituyeron como el punto de apoyo de Perú para compensar el impacto de los graves efectos climáticos que sufrieron a comienzos del 2017, proporcionando a la economía la base de un crecimiento sólido a finales del año y una futura expansión en 2018.
Durante la primera mitad del año, amplias zonas del país sufrieron los efectos climáticos de El Niño. El daño ocasionado por la tormenta, las fuertes lluvias y flujos de lodo provocó una interrupción significativa en la red nacional de transportes de Perú, y grandes regiones agrícolas y núcleos industriales se vieron inundados.
Todo ello, combinado con precios más bajos de las materias primas, condujo a una reducción del crecimiento del PIB de un 2,2% entre enero y marzo, antes de aumentar a un 2,4% entre abril y junio y un 2,5% entre julio y septiembre, en virtud de las estadísticas recogidas por el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP).
Gasto estatal para acelerar el ritmo de crecimiento del PIB
Con un evento climatológico adverso a sus espaldas y el aumento del gasto del estado para llevar a cabo la restauración de servicios e infraestructuras, se espera que Perú registre una expansión acelerada durante los últimos meses de 2017; el FMI pronostica un crecimiento anual de 2,7%.
Los sectores de la minería, construcción y agricultura han liderado la recuperación, habiendo experimentado fuertes ganancias en el tercer trimestre. El sector minero, respaldado por el aumento de la producción, y por la demanda exterior de zinc y oro, creció un 4,2% en comparación con el 1,8% del trimestre anterior. El sector de la construcción, por su parte, se expandió un 5,6% debido a que el mayor gasto en infraestructura condujo a la recuperación del crecimiento negativo en el segundo trimestre. Asimismo, la agricultura se recuperó de los resultados negativos del primer semestre del año, experimentando un crecimiento del 5,5% durante el tercer trimestre.
El cambio fue respaldado por un incremento del consumo doméstico, que se alzó en un 2,3% en el tercer trimestre, según el Instituto Nacional de Estadística, lo que repercutió en el sector minorista, que refleja una mejoría de la confianza del consumidor tras los desafíos del primer semestre.
El aumento de las exportaciones mineras y los altos precios de las materias primas ayudaron a reducir la cuota del déficit peruano, que se situó en el 1,2% del PIB a finales de septiembre de 2017, según el BCRP, frente al 2,5% del año anterior. La mejoría en el rendimiento de exportación hizo que el superávit comercial de Perú aumentara en 1.7 mil millones de dólares, en comparación con los 750 millones de dólares en el tercer trimestre de 2016.
Acelerar la construcción, valoraciones para la estabilidad
Tras cuantiosos beneficios en el tercer trimestre, es probable que el crecimiento en el sector de la construcción se acelere en 2018, a medida que aumentan las inversiones estatales en el desarrollo de infraestructuras.
El gobierno ha asignado 25.7 mil millones de soles peruanos (7.9mil millones de dólares) a la puesta en marcha de obras con carácter inmediato de restauración y reconstrucción destinadas a mitigar el impacto de inundaciones y derrumbamientos del terreno, con casi 9.000 km de carreteras que han de recuperarse o que requieren algún tipo de mejora, 47.000 hogares nuevos que hay que reconstruir y unas 2.000 escuelas y centros de salud que necesitan reparaciones.
La inversión tanto pública como privada se incrementó en un 4,6% y 4% respectivamente durante el tercer trimestre, y el BCRP espera que la inversión pública anual aumente un 9,6% en 2017 y un 16,4% durante 2018.
A principios de noviembre, la agencia de calificación Moody’s reafirmó la solvencia crediticia ‘A3’ de Perú, señalando que aunque la economía había sufrido los efectos negativos de las condiciones climáticas de El Niño, además de verse negativamente afectada por una disminución de la inversión privada, las perspectivas se mantuvieron sólidas.
En un informe anterior publicado en agosto, Moody’s citó recientes reformas económicas, entre ellas las que tienen por objetivo combatir la corrupción y mejorar las previsiones macroeconómicas, así como la gestión fiscal proactiva de cara a los impactos internos y externos como las principales razones en las que fundamenta su perspectiva favorable. El pronóstico de la agencia para el PIB es que experimentará una expansión de un 3,9% en 2018.
El banco central se ve estimulado por una actitud empresarial positiva
A medida que las expectativas internacionales para la economía mantienen el ánimo positivo, también lo es el espíritu de negocios locales, junto con el reciente OBG Business Barometer: Peru CEO survey (Barómetro de negocios: encuesta de CEOs en Perú), publicado en diciembre, que muestra un nivel elevado de optimismo para el próximo año.
Alrededor del 89% de los encuestados tienen expectativas positivas o muy positivas con respecto a las empresas locales para el 2018, mientras que el 58% anticipó nuevas inversiones por parte de sus compañías en los próximos 12 meses.
Tal disposición para invertir se ha visto respaldada por las acciones del banco central, que redujo su tasa de interés de referencia hasta en cuatro ocasiones en 2017. El recorte más reciente, anunciado a principios de noviembre, redujo el tipo básico de referencia unos 25 puntos básicos, situándose en un 3,25%.
El último recorte se produjo cuando la inflación se situó en el nivel objetivo del 2% del BCRP, lo que denota una mejora en la actividad del lado de la oferta dada la reducción del impacto ocasionado por las condiciones climáticas extremas.
Salvo que vuelvan a darse condiciones climáticas extremas o que la demanda de minerales y materias primas experimente una recesión a nivel global, la economía de Perú debe seguir creciendo con fuerza en 2018;, el FMI espera que su PIB aumentará en un 3,8% , situándose más cerca del 4% registrado en 2016.
Peru: Year in Review 2017
En Español
Increased output in a number of key sectors and rising consumer demand helped Peru offset the impact of severe weather events in early 2017, providing the economy with a foundation for solid year-end growth and further expansion in 2018.
In the first half of the year large parts of the country were hit by the El Niño weather pattern. The resulting storm damage, heavy rainfall and mudslides caused significant disruption to Peru’s national transport network, and flooded agricultural regions and industrial hubs.
This, combined with lower commodity prices, led to an easing of GDP growth to 2.2% between January and March, before improving to 2.4% in April-June and 2.5% in July-Sept, according to data from the Central Reserve Bank of Peru (Banco Central de Reserva del Perú, BCRP).
State spending to drive faster pace of GDP growth
With the adverse weather event behind it, and the state stepping up spending to restore services and infrastructure, Peru is expected to record accelerated expansion in the final months of 2017; the IMF is forecasting 2.7% full-year growth.
The mining, construction and agriculture sectors have led the rebound, posting strong gains in the third quarter. The mining sector, on the back of increased output and overseas demand for zinc and gold, grew by 4.2%, compared to 1.8% in the previous quarter. The construction sector, meanwhile, expanded by 5.6%, as higher infrastructure spending drove recovery from negative growth in the second quarter. Agriculture also rebounded from a negative first half of the year to post growth of 5.5% for the third quarter.
The turnaround was supported by higher domestic consumption, which rose by 2.3% in the third quarter, according to the National Institute of Statistics. This flowed into the retail sector, reflecting an improvement in consumer sentiment following the challenges of the first half of the year.
Increased mining exports and higher commodities prices helped bring down Peru’s current account deficit, which eased to 1.2% of GDP as of end-September, according to the BCRP, down from 2.5% one year earlier. The improved export performance saw Peru’s trade surplus increase to $1.7bn, up from $750m in the third quarter of last year.
Construction to accelerate, ratings to remain stable
Following strong returns in the third quarter, growth in the construction sector is likely to accelerate in 2018 as state-led investments in infrastructure development increase.
The government has allocated PEN25.7bn ($7.9bn) for immediate restoration and reconstruction work to mitigate the impact of flooding and landslides, with almost 9000 km of roads to be restored or upgraded, 47,000 new homes to be rebuilt, and some 2000 schools and health centres in need of repair.
Both public and private investment increased in the third quarter, by 4.6% and 4%, respectively, with the BCRP expecting full-year public investment to expand by 9.6% in 2017 and 16.4% next year.
In early November ratings agency Moody’s reaffirmed Peru’s “A3” credit rating, noting that although the economy had been adversely impacted by the El Niño weather pattern and lower private investment, prospects remained strong.
In an earlier report, published in August, Moody’s cited recent economic reforms, such as those aimed at combatting corruption and improving macroeconomic performance, as well as proactive fiscal management in the face of domestic and external shocks, as chief reasons for its positive outlook. The agency forecast GDP would expand by 3.9% in 2018.
Stronger business sentiment gets central bank boost
As international expectations for the economy remain positive, so too does local business sentiment, with the most recent OBG Business Barometer: Peru CEO Survey, published in December, finding high levels of optimism for the new year.
Some 89% of respondents have either positive or very positive expectations of local business for 2018, while 58% foresaw their companies making new investments over the next 12 months.
This willingness to invest has been helped by the actions of the central bank, which lowered its benchmark interest rate four times in 2017. The most recent cut, announced in early November, saw the bank’s key rate reduced by 25 basis points to 3.25%.
The latest cut came as inflation fell to the BCRP’s target level of 2%, a reflection of improved supply-side activity as the impact of the extreme weather conditions receded.
Absent a return of extreme weather conditions or a global downturn in minerals and commodities demand, Peru’s economy should continue to grow strongly in 2018, with the IMF forecasting GDP will expand by 3.8% next year, closer to the 4% posted in 2016.