In English
Un programa nacional para construir viviendas y lanzar proyectos públicos podría impulsar el sector constructor de Panamá hacia un fuerte crecimiento en 2015.
Muchas de las iniciativas se implementarán bajo un nuevo plan de inversión a cinco años, que fue presentado en enero. El programa, que asciende a miles de millones de dólares, ha sido bien recibido por las empresas constructoras panameñas, luego que algunas se vieron afectadas por demoras y dificultades el año pasado tras las elecciones generales de mayo y la consiguiente transición política.
Mayor actividad
Pese a la incertidumbre del año pasado, los fundamentos del sector se mantuvieron sólidos en 2014. Los créditos a la industria crecieron 21,6% interanual a casi USD 4,4 mil millones entre enero y noviembre, según los últimos datos de la Superintendencia de Bancos de Panamá (SBP).
La SBP citó varias razones para el incremento de la actividad constructora, incluyendo estándares de vida más altos, bajas tasas hipotecarias, un significativo déficit de viviendas (estimado en más de 100.000 unidades) y un importante programa de obras públicas financiado por el gobierno. En los últimos datos del PIB, para el tercer trimestre de 2014, la construcción representaba 13,8% de la actividad económica general de Panamá.
Pese a los sólidos resultados de la industria, algunos actores tuvieron problemas en 2014. La administración del Presidente Carlos Varela demoró en formular su política tras asumir el mando en julio, de manos de su predecesor Ricardo Martinelli, mientras que acusaciones de uso indebido de fondos se tradujeron en el congelamiento o postergación de programas heredados de la administración anterior.
En enero de 2015, cuando el gobierno cumplía siete meses, José Luis Ford, presidente de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (CCIAP), llamó a hacerse cargo de las demoras, diciendo “…respetuosamente solicitamos al gobierno que acelere la transición”.
Ford puso énfasis en la cantidad de tiempo que tomaba la aprobación de los permisos de construcción, destacando unos USD 632 millones en obras esperando aprobación.
Sus comentarios hicieron eco en Roderick McGowen, presidente de Cámara Panameña de la Construcción (CAPAC), quien dijo que los permisos de construcción en Ciudad de Panamá cayeron 55% interanual en octubre, 57% en noviembre y 93% en diciembre.
Proyectos pendientes
Un anuncio a fines de enero, que reveló el largamente esperado plan quinquenal de inversión pública, ha logrado calmar en parte la inquietud por las demoras.
El plan, que dura hasta 2019, compromete USD 19,5 mil millones en obras públicas, con casi USD 6,4 mil millones destinados a proyectos de infraestructura. Los proyectos más importantes incluyen la expansión de la línea 1 del metro de Ciudad de Panamá y la construcción de la línea 2. También está contemplada la construcción de un cuarto puente sobre el Canal de Panamá y un sistema de transporte público para la provincia de Panamá Oeste.
Las empresas de construcción también se beneficiarán de otros aspectos del programa, como la construcción de sistemas de irrigación y 200 km de caminos rurales para apoyar la agricultura. Durante la presentación de la iniciativa, funcionarios del ministerio de Economía y Finanzas (MEF) dijeron que la economía crecerá 6,5% en promedio durante los próximos cinco años. Aunque este ritmo es inferior al promedio de 8,5% registrado en la última década, debería ser suficiente para mantener una fuerte demanda por obras de construcción.
Nuevas viviendas muestran potencial
Algunos representantes de la industria, incluyendo McGOwen, han expresado temor de que grupos multinacionales de ingeniería civil marginen a las constructoras panameñas. Una multitud de iniciativas de infraestructura, combinadas con un estable panorama político y social, han atraído a actores de peso a las costas panameñas. Entusiasmados por leyes de incentivos tributarios para corporaciones multinacionales, varias compañías de renombre han abierto oficinas regionales en el país.
Sin embargo, proyectos conjuntos con empresas extranjeras han abierto las puertas para que las empresas locales participen en proyectos que, de otra forma, no habrían podido abordar. En general, el panorama en los próximos años es positivo y se espera que los proyectos residenciales, en particular, ofrezcan bastantes oportunidades a las empresas locales.
El gobierno ha comprometido un presupuesto de USD 1,5 mil millones para construir 35.000 nuevas viviendas como parte de su programa quinquenal de inversión, considerando al menos 10.000 unidades para los segmentos de bajos ingresos. Ya se están ejecutando programas de construcción, incluyendo un proyecto de renovación urbana por USD 410 millones en la ciudad de Colón, en la costa del Atlántico, que contempla 5.000 nuevos hogares como también la reparación y renovación de los edificios históricos de la ciudad. Según el MEF, unos 348.000 panameños viven en 507 “asentamientos informales”, donde las viviendas son de mala calidad. La cifra representa casi 10% de la población total, lo que sugiere que la demanda por viviendas nuevas probablemente no disminuirá en el futuro cercano.
Positive outlook for Panama’s construction industry
En Español
A national drive to build homes and roll out public projects looks set to put Panama’s construction industry on track for strong growth in 2015.
Many of the initiatives are to be implemented under a new, five-year public investment plan, which was unveiled in January. The multibillion-dollar programme has been welcomed by Panama’s construction companies, some of which were affected by delays and setbacks last year following May’s general elections and the ensuing political transition.
Heightened activity
Despite uncertainty during the year, the construction sector’s fundamentals remained strong in 2014. Loans to the industry rose by 21.6% year-on-year (y-o-y) to nearly $4.4bn between January and November 2014, according to the latest data from regulator Superintendencia de Bancos de Panamá (SBP).
The SBP cited several reasons for the rise in construction activity, including higher standards of living, low mortgages rates, a significant housing deficit − estimated at over 100,000 units − and a key government-funded public works programme. In the latest GDP data, for the third quarter of 2014, construction represented 13.8% of Panama’s overall economic activity.
Despite the industry’s strong performance, disruptions caused problems for some industry players in 2014. President Juan Carlos Varela’s administration took time to formulate its policies after taking office in July from predecessor Ricardo Martinelli, while allegations of improper use of funds meant key programmes inherited from the previous administration were frozen or delayed.
In January 2015, seven months into the new administration, José Luis Ford, president of the Panamanian Chamber of Commerce, Industries and Agriculture (CCIAP), called for action to address the delays, saying, “...we are respectfully asking the government to speed up the transition”.
Ford highlighted the length of time that building permits were taking to come through, pointing out that an estimated $632m of work was caught in a backlog awaiting approval.
His concerns echoed comments made by Roderick McGowen, president of the Panamanian Construction Industry Chamber (CAPAC), who said building permit approvals in Panama City fell by 55% y-o-y in October, 57% y-o-y in November and 93% y-o-y in December.
Projects in the pipeline
An announcement late in January, which revealed the government’s long-awaited five-year public investment programme, has gone some way to assuage concerns over delays.
The plan, which runs to 2019, brings a commitment of $19.5bn in public investment, with nearly $6.4bn earmarked for infrastructure projects. Key projects include the expansion of Panama City Metro’s Line 1 and the construction of Line 2. A fourth bridge over the Panama Canal Zone is also planned, alongside a mass urban transport system which is earmarked for the province of Panama Oeste.
Construction companies also stand to benefit from other aspects of the programme, such as planned investment in irrigation systems and the building of rural roads − spanning 200 km − to support agriculture. In a statement made at the presentation of the plan, officials from the Ministry of Economy and Finance (MEF) said they expected the economy to grow at an average rate of 6.5% over the next five years. Although this is slower than the 8.5% average recorded over the last decade, this rate should be sufficient to maintain strong demand for building work.
New homes hold potential
Some industry representatives, including McGowen, have voiced concerns that Panamanian contractors could find themselves squeezed out of major projects, in favour of larger international civil engineering groups. Indeed, myriad infrastructure projects, combined with a stable political and social outlook, have attracted heavyweight international players to Panama’s shores. Encouraged by tax incentive laws for multinational corporations, several major names have even established regional headquarters in the country.
Nonetheless, joint ventures with foreign contractors have opened the doors for local companies to participate in projects that otherwise would have been beyond their scope. Overall, the outlook in the coming years is largely positive, with residential projects, in particular, expected to offer plenty of opportunities for local builders.
The government has committed a budget of $1.5bn for building 35,000 new homes as part of its five-year investment programme, with at least 10,000 homes earmarked for low-income households. Building programmes are already under way, including a $410m urban renovation programme in the Atlantic coast city of Colón, which is designed to deliver 5,000 new homes and repair and renovate the city’s historic buildings. According to MEF, some 348,000 Panamanians live in 507 “informal settlements”, where housing is of poor quality. The number represents nearly 10% of the total population, suggesting that demand for new homes is unlikely to diminish in the near future.