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El Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) recientemente redujo su tasa de interés de referencia por vez primera en más de dos años. La decisión vino tras los primeros esfuerzos por impulsar los préstamos mediante la reducción de los requisitos de reserva de los bancos, una política que produjo apenas resultados modestos.
Una medida inesperada
La decisión de bajar las tasas de interés al 4%, después de que estuvieran al 4.25%, fue anunciada el día 6 de noviembre de 2013. La tasa de referencia se modificó por última vez en el mes de mayo de 2011, cuando el Banco Central aumentó la tasa del 4% al 4.25%.
La medida fue una sorpresa para el mercado y representó un cambio significativo en la política del Banco Central, la cual había dirigido su atención hacia el potencial sobrecalentamiento de la economía durante buena parte de 2012 y los primeros meses de 2013. El año pasado, Julio Velarde, presidente del Banco Central, manifestó su preocupación ante el hecho de que un crecimiento anual del crédito superior al 15% podría llevar al sistema financiero hacia una crisis.
El Banco Central de Reserva del Perú pudo haberse situado por debajo de las crecientes tasas de interés el año pasado, una medida que habría estimulado el ingreso de capital y fortalecido aún más el Sol. En lugar de ello, el Banco Central decidió aumentar los requisitos de reserva en varias ocasiones durante 2012 y principios de 2013, una táctica que ha sido empleada durante los últimos años en los mercados emergentes de todo el mundo. En teoría, el hecho de obligar a los bancos a destinar grandes cantidades de dinero en efectivo reduciría la cantidad de fondos disponibles para préstamos, elevando así las tasas de interés.
Al mismo tiempo, hacia finales de 2012 se dispuso una nueva ley de transparencia por parte de la Superintendencia de Banca, Seguros y Fondos de Pensiones, la cual eliminó las facultades de las entidades financieras para cobrar comisiones por ciertos servicios tales como la realización de controles de crédito. Ante la disminución de los ingresos no relacionados directamente con la actividad financiera, los bancos respondieron elevando las tasas de interés de sus préstamos.
El efecto combinado de estos cambios fue un aumento gradual del promedio de las tasas de interés durante el año 2012 y hasta el mes de abril de 2013, por lo menos en lo relacionado con los préstamos en soles. El costo de los préstamos en dólares se mantuvo bastante estable.
A medida que subieron los precios, el crecimiento del crédito dio señales de desaceleración. La tasa de crecimiento anual del total de los préstamos (combinando el Sol y el dólar) se redujo del 23.1% en enero de 2012 hasta el 13.8% en mayo de 2013.
Un giro en la política
Si bien el enfriamiento de los mercados de crédito era consecuente con las políticas del banco central en 2012 y principios de 2013, el BCRP cambió su postura en el mes de julio, tras enfrentar una disminución de las entradas de capital tras el anuncio de la Reserva Federal de EE.UU. que planeaba relajar su programa de estímulo monetario, así como una economía que estaba empezando a dar claras muestras de desaceleración a medida que las exportaciones de minerales caían.
En lugar de tasas de interés más bajas que podrían haber debilitado aún más el Sol, que ya había descendido alrededor del 8% en 2013 a partir de principios de julio, el BCRP inicialmente optó por revertir su postura sobre los requisitos de reserva, al reducir el promedio de la tasa de reserva en depósitos en Soles del 20 % al 19%, a partir del 1 de agosto. Del mismo modo, el coeficiente de reservas marginal para el Sol se redujo del 30% al 25%.
Al tiempo, el BCRP disminuyó los requisitos para los depósitos en dólares, reduciendo el promedio de la tasa de reserva del 55% al 50%.
La tendencia a la baja de los requisitos de reserva para los depósitos en soles se extendió durante los próximos meses. A partir de septiembre, tanto la tasa de reservas promedio y marginal para depósitos en soles fue del 16%.
El BCRP mantuvo sin cambios sus requisitos en dólares luego de un movimiento inicial del 50%, decisión que condujo a que los préstamos en soles fueran más atractivos. Lo anterior era consecuente con el objetivo político más amplio del Banco Central, el cual consiste en reducir la dolarización de la economía. En los años recientes los préstamos en dólares se han hecho cada vez más accesibles a los consumidores, quienes son más vulnerables ante las fluctuaciones de las divisas que las grandes empresas, que cuentan con mayores recursos para protegerse contra este tipo de eventos.
Un impacto modesto
Si bien los ajustes de los requisitos de reserva parecen haber sido eficaces en el enfriamiento de la economía, la técnica presenta un menor impacto a la hora de tratar de estimular los préstamos.
Las tasas de interés que ofrecen los bancos disminuyeron, pues el precio promedio de un préstamo en soles y de duración superior a un año cayó del 9% en mayo al 8.5% en octubre. Sin embargo, el efecto general fue más moderado, pues la tasa promedio de los préstamos en soles disminuyó al 18.8% con respecto al 19% en el mismo período.
El crédito se recuperó en ciertos segmentos. El crecimiento anual de los préstamos comerciales en soles aumentó del 16.5% en mayo al 21.6% en septiembre, pero el crédito total (incluyendo todo tipo de préstamos a través del Sol y el dólar) continuó en desaceleración, con un crecimiento anual situado en el 13.4% en septiembre, inferior al pico registrado en febrero de este año de 15.1%.
Mientras tanto, las instituciones financieras internacionales redujeron sus perspectivas económicas para Perú. En octubre, el Banco Mundial anunció que reduciría su expectativa de crecimiento del PIB para el año 2013 del 6% al 5.5%. Del mismo modo, la proyección del FMI se redujo del 6.3% al 5.4%.
Incluso tras el recorte de las tasas de interés, el 8 de noviembre el Banco Central redujo su pronóstico de crecimiento del PIB por tercera vez para el año 2013 del 5.5% al 5.2%. Sin embargo, en declaraciones hechas a los periodistas, Adrián Armas, director de investigación del Banco Central, dijo que se espera que la actividad económica se recupere para el cuarto trimestre. Por otra parte, el Banco Central ha dicho que la reciente decisión es de índole preventiva y no implica el inicio de un ciclo de relajación monetaria.
Peru’s central bank attempts to jump-start economy
The Central Reserve Bank of Peru (BCRP) recently lowered its reference interest rate for the first time in more than two years. The move followed earlier efforts to jump-start lending by reducing banks’ reserve requirements, a policy that produced only modest results.
An unexpected move
The decision to lower interest rates to 4%, down from 4.25%, was announced on November 6. The reference rate was last altered in May 2011, when the BCRP increased the rate from 4% to 4.25%.
The move came as a surprise to the market and marked a significant shift in policy for the central bank, which had focused its attention on the potential overheating of the economy for much of 2012 and the first several months of 2013. Last year, Julio Velarde, president of the Central Bank, said he was concerned that annual credit growth above 15% could lead the financial system into a crisis.
The BCRP had stopped short of raising interest rates last year, a move that would have exacerbated capital inflows and further strengthened the sol. Instead, the central bank chose to increase reserve requirements several times in 2012 and early 2013, a tactic that has been used in recent years in emerging markets across the globe. In theory, requiring banks to set aside larger amounts of cash reduces the amount of funds available for loans, pushing up interest rates.
At the same time, a new transparency law was put in place in late 2012 by the Superintendency of Banking, Insurance, and Pension Funds, which eliminated banks’ ability to charge commission on certain services such as performing credit checks. Facing a decline in non-interest revenues, banks responded by raising interest rates on their loans.
The combined effect of these changes was a gradual rise in the average interest rates over 2012 and up to April 2013, at least for loans denominated in soles. The cost of dollar loans stayed fairly constant.
As prices went up, credit growth accordingly slowed. The annual growth rate of total lending (combined sol and dollar) declined from 23.1% in January 2012 to 13.8% in May 2013.
A shift in policy
While the cooling in credit markets was in line with the central bank’s policies in 2012 and early 2013, the BCRP changed its position in July, faced with a decline in capital inflows following an announcement by the US Federal Reserve that it planned to taper off its quantitative easing programme, as well as an economy that was starting to show signs of slowing as mineral exports fell.
Rather than lower interest rates, which could have further weakened the sol, already down around 8% in 2013 as of early July, the BCRP initially chose to reverse its stance on reserve requirements, reducing the average reserve ratio on sol-denominated deposits from 20% to 19%, effective August 1. Similarly, the marginal reserve ratio for soles was lowered from 30% to 25%.
The BCRP relaxed requirements for dollar deposits at the same time, reducing the average reserve ratio from 55% to 50%.
The downward trend in reserve requirements for sol deposits continued over the next few months. As of September, both the average and marginal reserve ratio for sol-denominated deposits stood at 16%.
The BCRP kept its dollar requirements unchanged after the initial move to 50%, a decision that made lending in soles more attractive. This was in line with the central bank’s larger policy goal of reducing dollarisation in the economy. In recent years dollar loans have been made increasingly available to consumers, who are more vulnerable to currency fluctuations than large businesses, which can hedge against such events.
A modest impact
While adjusting reserve requirements seem to have been effective in cooling things down, the technique had less of an impact when it came to trying to spur lending.
Interest rates offered by banks came down, with the average price of a sol-denominated business loan of duration longer than one year falling from 9% in May to 8.5% in October. However, the overall effect was more muted, as the average rate for loans in soles declined to 18.8% from 19% over the same period.
Credit picked up in certain segments. Annual growth in business loans denominated in soles increased from 16.5% in May to 21.6% in September, but overall credit (including both soles and dollars, across all types of loans) continued to slow, with annual growth standing at 13.4% in September, down this year’s high of 15.1%, recorded in February.
Meanwhile, international financial institutions moved to lower their economic outlooks for Peru. In October, the World Bank announced that it would reduce its 2013 GDP growth expectation from 6% to 5.5%. Similarly, the IMF’s projection declined from 6.3% to 5.4%.
Even following the interest rate cut, on November 8 the central bank reduced its own GDP growth forecast for the year, from 5.5% to 5.2%, the third time it has done so in 2013. However, speaking to reporters, Adrian Armas, the research director at the central bank, said economic activity is expected to pick up in the fourth quarter. Moreover, the BCRP has said that the recent decision is preventative and does not imply the beginning of a cycle of monetary easing.
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