Emblemático proyecto ferroviario se plantea para reducir desigualdad regional en México

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En un intento por impulsar el desarrollo de una de las áreas más pobres del país, México acelera la construcción de una esperada línea ferroviaria que conectará las costas del Pacífico y del Atlántico.

El Tren Transístmico unirá puertos a lo largo de las dos costas en la sección de tierra más angosta de México, conocida como el Istmo de Tehuantepec.

Al conectar los puertos de aguas profundas de Coatzacoalcos en el Golfo de México y Salina Cruz en el Pacífico, el ferrocarril irá acompañado de una serie de proyectos de infraestructura destinados a crear un corredor comercial, incluyendo un gasoducto y mejoras en carreteras y puertos.

La Secretaría de Comunicaciones y Transportes recibió con este fin un presupuesto de MXN 645 millones (US$ 32,6 millones) para iniciar el desarrollo del ferrocarril este año, mientras que el gobierno ha asignado unos MXN 2.5 mil millones (US$ 126,5 millones) para el total del proyecto, mejor conocido como el Corredor Interoceánico Multimodal.

Dicho corredor, cuya finalización está prevista para 2021, tiene como objetivo crear un canal seco que compita con el Canal de Panamá y atraiga más comercio de Europa, América del Norte y Asia. La empresa Surbana Jurong de Singapur desarrollará el plan estratégico del proyecto.

Un ecosistema integrado de desarrollo e infraestructura

La idea de conectar las dos costas ha sido discutida desde los tiempos coloniales, e incluso en el siglo XIX se llegó a proponer por primera vez una línea de ferrocarril.

La ruta atravesará algunas de las áreas menos desarrolladas de México, que tradicionalmente se han rezagado en términos de crecimiento con respecto a los estados más industrializados del norte. Si bien diversas administraciones han intentado estimular el desarrollo en los estados meridionales del país, estos esfuerzos no han tenido un éxito notable.

Las autoridades regionales de ambos estados han tratado de asegurarse que los beneficios del nuevo proyecto no se concentren solo en Salina Cruz y Coatzacoalcos, sino que se extiendan por todo el istmo.

Para ello, se construirán seis zonas de desarrollo industrial e innovación en toda esa área, impulsadas por una mejor infraestructura de transporte y energía.

Adicionalmente, el Programa de Desarrollo para el Istmo de Tehuantepec, del Gobierno del Estado de Oaxaca, mira más allá del tren como catalizador para el crecimiento económico, e incluye esquemas sociales y económicos que mejoren las condiciones de vida e impulsen el sustento de personas y empresas a lo largo de la ruta.

Construyendo el Corredor Interoceánico

El plan ampliado del Corredor Interoceánico Multimodal también incluye el desarrollo de ocho puertos marítimos, dos autopistas, dos proyectos de hidrocarburos, dos proyectos de electricidad y un proyecto de telecomunicaciones.

De acuerdo con una declaración de impacto ambiental, se espera que el proyecto multimodal se complete después de que finalice el mandato de la administración actual, en 2025. Se realizará una inversión total de US$ 11 mil millones entre 2019 y 2024, dividida en 37 programas sociales y 16 proyectos de infraestructura.

España es fuente potencial de un financiamiento como el requerido para este proyecto y, a principios de febrero, José Luis Abalos, Ministro de Obras Públicas de España, firmó un memorando de entendimiento con el Estado de Oaxaca – el cual será atravesado por gran parte de la línea ferroviaria–, en relación con una posible cooperación en materia de infraestructura y transporte.

En la reunión, Ábalos se refirió tanto al proyecto del Corredor del Istmo de Tehuantepec como al proyecto paralelo del Tren Maya, enfocado al turismo, como "dos temas que analizaremos con interés", y agregó que "dada la experiencia que tiene España en términos de gestión de infraestructura, intentaremos colaborar en estos programas".

Preocupaciones ambientales dividen la opinión pública

Si bien el proyecto ferroviario Trans-Istmo ha atraído menos críticas que el Tren Maya, todavía hay oposición de algunos grupos que han solicitado más estudios preliminares para evaluar el impacto ambiental de los proyectos, así como estudios para medir en qué afectarían a las comunidades indígenas que se encuentran viviendo en las áreas de desarrollo propuestas.

Parecería que, en general, el sentimiento del público es positivo. En noviembre del año pasado se celebró un referéndum sobre la construcción de los dos ferrocarriles, junto con otros ocho proyectos públicos, y todos los proyectos obtuvieron la aprobación de los votantes.

Sin embargo, el hecho de que solo 946,000 ciudadanos de una población de aproximadamente 125 millones de personas participaron en la votación no ha disminuido el continuo debate alrededor de los planes.

La infraestructura nacional: clave del plan de desarrollo

A pesar de la controversia, estos proyectos son pilares de la estrategia de la administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), que ha identificado la nueva infraestructura como parte integral del crecimiento a mediano plazo de México. El país ocupó el puesto 49 entre 140 países en términos de infraestructura en el "Informe de Competitividad Global 2018" del Foro Económico Mundial, destacando el potencial para mejorar en esta área.

De acuerdo con la estrategia planteada en el Proyecto de Nación 2018-2024 del Gobierno, tanto el Corredor Interoceánico como el Tren Maya se enumeran como proyectos prioritarios, junto con 97.500 millones de pesos mexicanos (US$ 5.100 millones) destinados a mejorar la red de carreteras y varios proyectos para impulsar la autosuficiencia en agua.

Según AMLO, el Estado invertirá alrededor de 500 mil millones de pesos mexicanos (US$ 25.300 millones) en los diversos proyectos de infraestructura durante el transcurso de su período.

 

 

The landmark rail project set to reduce regional inequality in Mexico

En Español

In a bid to boost development in one of the country’s poorest areas, Mexico is fast-tracking the construction of a long-awaited railway line connecting the Pacific and Atlantic coasts.

The Trans-Isthmus railway project will link ports along the two coasts of Mexico’s narrowest section of land, known as the Isthmus of Tehuantepec.

Connecting the deepwater ports of Coatzacoalcos in the Gulf of Mexico and Salina Cruz on the Pacific, the railway is to be accompanied by a raft of infrastructure projects aimed at creating a trade corridor, including a natural gas pipeline, and road and port upgrades.

To this end, the Ministry of Communications and Transport was awarded a budget of MXN645m ($32.6m) to kick-start work on the railway’s development this year, while the government has allocated some MXN2.5bn ($126.5m) for the overall project, known as the multi-modal inter-oceanic corridor.

Scheduled for completion in 2021, the corridor will create a dry canal that will compete with the Panama Canal and draw more trade from Europe, North America and Asia. Singapore’s Surbana Jurong will develop the project’s strategic plan.

See also: The Report – Mexico 2018

An integrated developmental and infrastructure ecosystem

The idea of linking up the two coasts has been discussed since colonial times, and a rail line was first proposed in the 19th century.

The route will pass through some of the least-developed areas of Mexico, which have traditionally lagged behind the north’s more industrialised states in terms of growth. While successive administrations have attempted to stimulate development in the country’s southern states, these efforts have not met with notable success.

Regional authorities from both states have looked to ensure that the benefits of the new project are not concentrated in Salina Cruz and Coatzacoalcos, but rather are spread across the Isthmus.

To that end, six industrial development and innovation zones are to be constructed across the area, fuelled by improved transport and energy infrastructure.

In addition, the Oaxaca state government’s Development Programme for the Isthmus of Tehuantepec looks beyond the train as a catalyst for economic growth, and includes associated social and economic schemes to boost livelihood outcomes for people and businesses along the route.

Building the inter-oceanic corridor

The broader multi-modal inter-oceanic corridor plan also includes the development of eight seaports, two highways, two hydrocarbons projects, two electricity projects and one telecoms project.

According to an environmental impact declaration, the multi-modal project is expected to be completed after the current administration’s term ends in 2025. A total investment of $11bn will be made between 2019 and 2024, split between 37 social programmes and the 16 infrastructure projects.

Spain is one potential source of funding for the project, and in early February José Luis Ábalos, the country’s minister of public works, signed a memorandum of understanding with the state of Oaxaca – through which much of the line will run – regarding cooperation in the fields of infrastructure and transport.

At the meeting, Ábalos referred to the Trans-Isthmus railway and the parallel, tourism-focused Maya Train project as “two issues we will look at with interest,” adding that, “given the experience that Spain has in terms of infrastructure management, we will try to collaborate on these issues”.

Environmental concerns divide public opinion

Although the Trans-Isthmus railway project has attracted less criticism than the Maya Train, there is still opposition from some groups that have called for more preliminary studies to assess the environmental impact of the projects, as well as the extent to which they will affect indigenous communities that lie in the proposed areas of development.

It would appear that public sentiment is positive overall. A referendum on the construction of the two railways – alongside eight other public projects – was held in November last year, with all projects gaining public approval.

However, the fact that only 946,000 citizens out of a population of around 125m participated in the vote has not dampened the debate that continues to surround the plans.

National infrastructure a key part of developmental blueprint

Controversy notwithstanding, these projects are cornerstones of the strategy of the administration of President Andrés Manuel López Obrador (AMLO), which has identified new infrastructure as being integral to Mexico’s medium-term growth. The country was ranked 49th out of 140 countries in terms of infrastructure in the World Economic Forum’s “Global Competitiveness Report 2018”, highlighting the potential to improve in this area.

Under the government’s Nation Project 2018-24 strategy, both the inter-oceanic corridor and the Maya Train are listed as priority projects, alongside MXN97.5bn ($5.1bn) of improvements to be made to the road network and various projects to boost water self-sufficiency.

According to AMLO, the state will invest around MXN500bn ($25.3bn) in various infrastructure projects over the course of his term.

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