In English
Aunque el tequila es por lejos el licor más conocido de México, las cifras muestran que la cerveza contribuye más a la balanza comercial del país.
México ha sido el principal exportador de cerveza durante los últimos seis años, gracias a la explosiva demanda internacional por marcas como Corona Extra, Modelo, Sol y Tecate, cuyas exportaciones crecieron 9% a USD2,4 mil millones en 2014, según el Instituto Nacional de Estadística. En tanto, los envíos de tequila alcanzaron USD1,17 mil millones el mismo año.
Nuevas inversiones en el sector mantendrán el impulso de las exportaciones, aunque la débil legislación antimonopolio sigue dificultando el ingreso de nuevos actores al mercado local.
Nuevas plantas en carpeta
Aprovechando la fuerte demanda extranjera, los líderes del mercado buscan formas de expandir sus operaciones.
La industria cervecera mexicana tradicionalmente ha estado dominada por dos conglomerados locales: Fomento Económico Mexicano SAB (Femsa) y Grupo Modelo, que hoy en día son parcialmente operadas por Anheuser-Busch InBev (AB InBev) y Heineken, respectivamente. En marzo, Heineken anunció planes para construir una fábrica de 7,5 mil millones de pesos mexicanos (USD450 millones) en el estado de Chihuahua, en el norte del país. La planta tendrá una capacidad anual de 5 millones de hectolitros de cerveza una vez que entre en operaciones, lo que está programado para 2017.
En tanto Grupo Modelo, que vendió 95% de sus acciones a AB InBev en 2013 por USD20 mil millones, busca resucitar su producción de cerveza en el estado de Yucatán, 13 años después que la fábrica local, Cervecería Yucateca, cerró sus puertas. La cervecería más grande del mundo, AB InBev, invertirá USD146 millones en una nueva planta en el mismo estado, que aumentará su capacidad productiva en más de 8%, y construirá una fábrica de latas de aluminio avaluada en USD182 millones.
La construcción de ambas plantas (una al lado de la otra) comenzará en el segundo semestre del año y la puesta en marcha está programada para la primera mitad de 2017, según el CEO de Grupo Modelo, Ricardo Tadeu. Las exportaciones serán enviadas a través del puerto de Progreso para satisfacer la demanda por las marcas de Grupo Modelo como Corona, Pacífico y Negra Modelo, dijo el conglomerado.
La tercera y mayor inversión de este año es de Constellation Brands, que en junio anunció planes para invertir más de USD2 mil millones en una planta de embotellado y fabricación de cerveza en el estado de Coahuila, en el norte del país.
Las leyes antimonopolio obligaron a IB InBev a vender la planta de Grupo Modelo en Coahuila y las marcas cerveza de Grupo Modelo en Estados Unidos, que fueron adquiridas por Constellation Brands, cuya casa matriz está en Nueva York. La empresa dijo este año que invertirá USD mil millones para aumentar la capacidad de la planta de 10 millones a 25 millones de hectolitros por año. La inversión de Constellation Brands, que convertirá la planta de Coahuila en una de las principales cervecerías de las Américas, refleja la escala de oportunidades en el mercado estadounidense.
Las cifras muestran que Estados Unidos absorbió 78% de las exportaciones de cerveza mexicana en 2014. “La cerveza importada y artesanal está creciendo mucho en Estados Unidos”, dijo el vicepresidente de relaciones externas de Constellation Brands, Edgar Guillaumin. “Queremos promover las marcas premium mexicanas en el mercado estadounidense, así que nos concentraremos en cerveza, donde tenemos agresivos planes de crecimiento”. La firma piensa aumentar su participación del mercado estadounidense de cerveza de 7 a 14%, según Guillaumin.
Desafíos locales
Aunque las exportaciones siguen creciendo, el mercado interno de cerveza ha sido menos dinámico. Por varios años, el consumo anual per cápita se mantuvo sin variaciones, en unos 60 litros, muy por debajo de los 148 litros de la República Checa (el primer consumidor mundial) y por detrás del mercado brasileño, cuyo tamaño es comparable al mexicano y donde el consumo promedio anual es de 68 litros, según un estudio global de consumo de cerveza del productor japonés Kirin, publicado en 2012.
Más problemático para los nuevos entrantes al mercado, sin embargo, son las exclusivas redes de distribución que los actores existentes han construido durante años. Bares y restaurantes populares reciben incentivos, incluyendo refrigeradores y toldos, a cambio de contratos de exclusividad productos de Grupo Modelo o Heineken. Estos acuerdos son tan herméticos que la cervecera británica SAB Miller no pudo establecer una presencia significativa en el mercado. En 2010 la compañía interpuso una denuncia ante la Comisión Federal de Competencia (CFC), acusando a sus competidores de prácticas monopólicas.
La entidad promulgó una nueva directiva en julio de 2013, que limita a las empresas a firmar acuerdos de distribución exclusiva con solo 25% de los puntos de ventas, lo que caerá a 20% en 2018. Aún así, las compañías más importantes podrán elegir con detenimiento sus puntos de distribución y ofrecer incentivos a los minoristas más pequeños. SAB Miller apeló la decisión, y el litigio aún no concluye. La compañía frecuentemente ha manifestado su intención de establecer una cervecería en el país si se presentan las condiciones adecuadas.
Mexico’s beer market is glass half full
En Español
While tequila is arguably Mexico’s best-known drink, figures show that beer has the edge when it comes to contributing to the national trade balance.
Mexico has topped the list of beer exporters for the past six years, thanks to surging international demand for brands such as Corona Extra, Modelo, Sol and Tecate, with exports growing 9% to reach $2.4bn in 2014, according to the National Statistics Institute. Tequila exports, meanwhile, were worth $1.17bn in 2014.
New investment in the sector will maintain export momentum, although weak anti-trust legislation continues to present challenges for new entrants to the domestic market.
New plants in the pipeline
Taking advantage of strong demand from overseas, the key players are all looking to expand their operations.
Mexico’s beer industry has traditionally been dominated by two local conglomerates – Fomento Economico Mexicano SAB (Femsa) and Grupo Modelo – which are now part-owned by Anheuser-Busch InBev (AB InBev) and Heineken, respectively. In March, Heineken unveiled plans to construct a MXN7.5bn ($450m) brewery in the northern state of Chihuahua. The facility will have an annual capacity of 5m hectolitres of beer per year once operational, with completion targeted for 2017.
Meanwhile, Grupo Modelo, which sold 95% of its shares to AB InBev in 2013 for $20bn, is looking to resurrect beer production in Yucatan state, 13 years after the region’s brewery, Cervezeria Yucateca, closed its doors. The world’s largest brewer, AB InBev, is set to invest $146m in a new facility in the state, which will increase production capacity by over 8%, as well as build a $182m aluminium can factory.
Construction of the two plants − to be built next to each other − will begin in the second half of the year and they are scheduled to open in the first half of 2017, according to Grupo Modelo’s CEO, Ricardo Tadeu. Exports will be shipped through the port of Progreso to meet European demand for Grupo Modelo brands, such as Corona, Pacifico and Negro Modelo, the conglomerate said.
The third and largest investment announced so far this year comes from Constellation Brands, which announced plans in June to invest more than $2bn in its bottling and brewery plant in the northern border state of Coahuila.
Due to anti-trust terms, AB InBev was required to sell off Grupo Modelo’s Coahuila plant, alongside the trademarks for Grupo Modelo beers in the US, which were purchased by Constellation Brands, headquartered in New York. The company said earlier in the year that it would invest $1bn at the plant to boost capacity from 10m to 25m hectolitres per year. The massive investment from Constellation Brands, which will make the Coahuila site one of the largest breweries in the Americas, reflects the scale of the opportunities in the US market.
Figures show that the US absorbed 78% of Mexican beer exports in 2014. “Imported beer and craft beer is growing a lot in the US,” Constellation Brands’ vice-president of external relations, Edgar Guillaumin, said. “We want to promote Mexican premium brands in the US market, so we will concentrate on beer, where we have aggressive growth plans.” The firm plans to increase its share of the US beer market from 7 to 14%, according to Guillaumin.
Domestic challenges
While the export segment is going from strength to strength, the domestic beer market has been less dynamic. For several years, annual consumption per capita has remained steady, at around 60 litres, well behind the Czech Republic’s 148 litres – ranked number one in the world − and trailing the comparable Brazilian market, where average consumption per year is 68 litres, according to a 2012 report on global beer consumption from Japanese producer Kirin.
More troubling for potential new entrants to the market, however, are the exclusive distribution networks that the existing players have built up over years. Popular bars and restaurants are offered incentives, including refrigerators and awnings, in return for exclusivity deals with Grupo Modelo or Heineken products. Such arrangements have proved to be so watertight that UK-based brewer SAB Miller has found itself unable to establish a significant presence in the market. In 2010, the firm took the case to Mexico’s Competitiveness Federation, accusing its competitors of monopolistic practices.
The federation launched a new directive in July 2013, under which firms are limited to signing exclusive distribution deals with only 25% of sales points, with this set to fall to 20% by 2018. Even so, the leading firms will still be able to cherry pick the best distribution points and offer incentives to smaller retailers. SAB Miller has appealed the decision, with the case still ongoing. The firm has frequently stated its intention to establish a brewery in the country, given the right market conditions.