Covid-19 and remittances: why are Latin American transfers increasing?

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Despite predictions of a significant fall as a result of Covid-19, remittances into some Latin American countries have actually increased following the outbreak of the coronavirus pandemic.

In the first six months of the year remittances to Mexico totalled $19.1bn, a year-on-year (y-o-y) increase of 10.4%, according to Banco de México, the central bank. This included a record monthly total of $4bn in March – the month the virus was first detected in the country.

Positive trends have also been seen in the Central American countries of Guatemala, El Salvador and Honduras.

In Guatemala, remittances were up 1.4% y-o-y between January and July. While a slump in transfers in April weighed on the overall figure, remittances in June and July were up by 9.2% and 13.8% y-o-y, respectively, with the upward trend boding well for the rest of the year.

Next door in El Salvador, although cumulative remittances were down by 4.7% y-o-y over the first seven months of the year – largely on the back of a 40% fall in April – payments into the country have rebounded strongly to record y-o-y growth of 9.8% and 14.1% in June and July, respectively.

Similarly, Honduras’ remittances were down by 3.3% between January and July – reflecting a significant fall in April – but they recorded y-o-y growth of 15.2% and 1.2% in June and July.

The results are in stark contrast to predictions made earlier in the year. In April the World Bank forecast that remittances to low- and middle-income countries would fall by 19.2% in 2020, the sharpest decline in history.

This was largely based on fears that the economic downturn and health situation would leave many migrants without work or, in some cases, force them to return to their home countries.

Mixed global picture

Although remittances into some Latin American countries have been strong, the global trend is uneven.

Bangladesh and Pakistan received record-high inflows for the 2019/20 financial year – which ended in June and included the peak pandemic months of March and April – with the former’s July total of $2.6bn being a single-month record.

In contrast, however, countries such as the Philippines, Tajikistan and Brazil have experienced double-digit falls in remittance flows since the outbreak of the virus.

One explanation for the positive figures in some Latin American countries is that a large proportion of migrant workers are based in the US.

According to Pew Research, Mexico is the largest recipient of US remittances, with Guatemala, El Salvador, Dominican Republic and Honduras also inside the top 10.

Although the unemployment rate for foreign-born Latin Americans in the US, at 13.5%, was slightly higher than the national average of 11.2% in June, some sectors with strong demand have a significant proportion of immigrant workers, including construction, agriculture, grocery retail and delivery services.

Adding to this, documented workers have been eligible to receive benefits from the US government’s federal unemployment programmes, allowing workers to continue to send money home.

Another significant factor is the shift in the value of currencies. For example, the Mexican peso has lost around 19% against the dollar since late February, meaning that any transfers sent home in the past few months have had an inflated value in Mexico.

Importance of remittances

The flow of remittances will be a crucial factor for many emerging markets moving forward as they continue their recovery from Covid-19 and the associated economic lockdown.

For many, inflows sent from citizens abroad account for a significant proportion of GDP, as seen in Tonga (37.6%), Haiti (37.1%), Kyrgyzstan (29.2%), Honduras (22%), El Salvador (21%), Guatemala (13.1%) and the Philippines (9.9%).

Meanwhile, given the World Bank’s predictions that foreign direct investment into emerging markets is expected to fall by 35% this year, the importance of remittances in 2020 is likely to be greater still.

With economic growth also expected to take a significant hit in emerging markets this year, the continued flow of remittances will be a crucial factor in ensuring that many families can continue to pay for essential items.

In English

Pese a todas las expectativas, las remesas incrementan en Latinoamérica en tiempos de Covid-19

A pesar de las predicciones de una caída significativa como resultado del Covid-19, los envíos de remesas a los países de América Latina han aumentado tras el brote del coronavirus.

En los primeros seis meses del año, las remesas a México ascendieron a 19.1 mil millones de dólares, lo que supone un aumento interanual del 10,4%, según el Banco de México.  Esto incluyó un total mensual récord de 4 mil millones de dólares en marzo, el mes en que el virus se hizo sentir por primera vez en el país.

También se han visto cifras positivas en los países centroamericanos de Guatemala, El Salvador y Honduras.

En Guatemala, las remesas aumentaron un 1,4% interanual entre enero y julio. Si bien la disminución de las transferencias en abril causo una reducción en la cifra global, las remesas en junio y julio aumentaron un 9,2% y un 13,8% interanual, respectivamente, y la tendencia al alza es prometedora para el resto del año.

En el caso de El Salvador, aunque las remesas acumuladas disminuyeron un 4,7% interanual en los siete primeros meses del año, debido en gran medida a la caída del 40% registrada en abril, los pagos al país se han recuperado con fuerza y han registrado un crecimiento interanual del 9,8% y el 14,1% en junio y julio, respectivamente.

Del mismo modo, las remesas de Honduras disminuyeron un 3,3% entre enero y julio, reflejando una importante caída en abril, pero registrando un crecimiento interanual del 15,2% y el 1,2% en junio y julio.

Las cifras se sobresalen aún más frente a las predicciones hechas a principios de año. En abril el Banco Mundial pronosticó que las remesas a los países de ingresos bajos y medianos disminuirían en un 19,2% en 2020, siendo este el mayor descenso de la historia.

Esto se basó en gran medida a la idea de que la recesión económica y la situación sanitaria dejaran a muchos migrantes sin trabajo o, en algunos casos, los obligaran a regresar a sus países de origen.

Cifras desiguales

Aunque el flujo de remesas hacia algunos países de América Latina ha sido fuerte, la tendencia mundial es bastante desigual.

Bangladesh y el Pakistán recibieron entradas sin precedentes en el año financiero 2019/20 -que finalizó en junio e incluyó los meses de marzo y abril, cuando la pandemia estuvo en su pico - y el total de julio del primero, de 2.6 mil millones de dólares, es un récord de un solo mes.

En cambio, países como Filipinas, Tayikistán y Brasil han experimentado caídas de dos dígitos en el flujo de remesas desde comienzo del brote del virus.

Si bien las razones de esta discrepancia mundial no están aún claras, una posible explicación de las cifras positivas de algunos países de América Latina es que una gran proporción de los trabajadores extranjeros reside en los Estados Unidos.

De hecho, según Pew Research, México es el mayor receptor de remesas provenientes de los Estados Unidos. Guatemala, El Salvador, la República Dominicana y Honduras se encuentran entre los 10 primeros.

Aunque la tasa de desempleo de los latinoamericanos nacidos en el extranjero residentes en los EE.UU., con un 13,5%, fue ligeramente superior a la media nacional del 11,2% en junio, muchos inmigrantes trabajan en sectores con una fuerte demanda, como la construcción, el comercio minorista y la agricultura.

Además, se cree que gran parte de la fuerza laboral hispana de EE.UU. ha sido elegible para recibir los beneficios del paquete federal de desempleo del gobierno americano, lo que permite a los trabajadores seguir enviando dinero a casa.

Otro factor es el cambio en el valor de las monedas. Por ejemplo, el peso mexicano ha perdido alrededor del 19% frente al dólar desde finales de febrero, lo que significa que cualquier remesa enviada en los últimos meses ha tenido un valor inflado en México. 

La importancia de las remesas

El flujo de remesas será un factor crucial para que muchos mercados emergentes avancen la recuperación de la crisis del Covid-19 y el consiguiente bloqueo económico.

Para muchos, los flujos enviados por ciudadanos en el extranjero representan una proporción significativa del PIB, como se observa en Tonga (37,6%), Haití (37,1%), Kirguistán (29,2%), Honduras (22%), El Salvador (21%), Guatemala (13,1%) y Filipinas (9,9%).

Sin embargo, tomando en cuenta de las predicciones del Banco Mundial de que la inversión extranjera directa en los mercados emergentes disminuirá este año en un 35%, es probable que las remesas en 2020 tengan una mayor importancia.

Dado que también se prevé que el crecimiento económico se vea afectado de manera significativa en los mercados emergentes este año, la continuidad del flujo de remesas será un factor crucial para garantizar que muchas familias puedan seguir obteniendo productos esenciales.

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